La izquierda italiana critica la represión en el Este

No se puede demostrar solidaridad con las víctimas y al, mismo tiempo llamar «camaradas a sus verdugos», dijo ayer el filósofo marxista Lucio Colletti en el Parlamento, durante una reunión organizada para adoptar iniciativas concretas de solidaridad con las víctimas del disenso (disidencia) en Europa oriental.

Fue un debate entre políticos de izquierda, con sordina. Era invitado de honor el exiliado checoslovaco Jiri Pelikan ex director de la televisión en tiempos de Dubcek. Por primera vez ha asistido a un debate de este tipo el líder comunista Giancarlo Pajetta, quien subrayó que el Partido Comunista Italiano ha tratado siempre de compañero a Dubcek.Colletti es un especialista en Hegel y el marxismo y enseña Filosofía en la Universidad de Roma. Se le considera un revisionista. Colletti sostiene que los países del Este, comenzando por la Unión Soviética, no pueden ser llamados socialistas, porque faltan en ellos no sólo las tradicionales libertades burguesas, sino las libertades por las que se ha batido en el pasado el movimiento obrero internacional, como la libertad de huelga y de organización sindical. Un sindicato que es emanación directa del Estado no es un sindicato.

Pajetta ha reconocido que no se puede dejar de formular un juicio grave sobre lo que está pasando en Checoslovaquia, y ha recordado que en Berlín los comunistas italianos fueron los únicos que hablaron del problema. Pajetta ha sostenido que, aun no estando de parte del disenso, los comunistas italianos respaldan los derechos que los hombres del disenso reclaman, porque están contemplados por la constitución.

El socialista Riccardo Lombard que fue gobernador civil de Milán apenas terminada la guerra, en 1945, se ha preguntado: Si se trata de un puñado de intelectuales, ¿por qué los detienen? La situación en Polonia y Checoslovaquia es explosiva. El Patido Comunista Italiano tiene que intervenir, pero no en Varsovia y Praga, sino en Moscú.

Lucio Magri, secretario de Democracia Proletaria, ha dicho que la represión en el Este se debe al capitalismo de Estado y al estatismo de la economía, que han perpetuado la estructura totalitaria del poder.