Veinte años de contactos comerciales

Polonia es el cuarto país del bloque oriental europeo con el que en estos últimos días se han establecido relaciones, después de Rumania, Yugoslavia y Bulgaria. Se espera que en fecha próxima la política exterior del ministerio Oreja, continuadora de la de departamentos anteriores y protagonizada en gran parte por el diplomático Aguirre de Cárcer, ultime las negociaciones en trámite con los otros países del Este.Hasta ahora, las relaciones entre España y Polonia estaban reducidas al campo comercial y consular. En 1957 se estableció un acuerdo de pagos entre el Instituto Español de Moneda Extranjera y el Banco Nacional Polaco, con lo que se iniciaba un intercambio de importaciones y exportaciones, que desde entonces se sucedería de manera regular. En 1963 un nuevo tratado mantendría esta situación, hasta que en julio de 1969 se firma un acuerdo de representación consular. Ambos países firmarón en 1974 un acuerdo comercial a largo plazo y en julio de 1975 -después de las negociaciones llevadas a cabo por el ministro de Comercio, señor Cerón Ayuso- un convenio garantizaría el suministro a España de carbón siderúrgico por un período de doce años.

En julio del pasado año tuvieron lugar en Madrid, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, las reuniones de la comisión mixta intergubemamental hispano-polaca, prevista en el acuerdo de 3 de junio de 1974. El viceministro de Comercio Exterior polaco, Stanislaw Dlugosz, se entrevistó con el ministro de Comercio español, señor Lladó, estudiándose las posibilidades de incrementar las exportaciones españolas de bienes de equipo y de productos siderúrgicos a Polonia y se examinaron las perspectivas de aumentar las compras españolas de carbón polaco.

El pasado mes de noviembre, y por primera vez en los últimos cuarenta años, un ministro polaco, el de Comercio Exterior, J. Olzewski, vino a España y se entrevistó con el ministro de Comercio español, señor Lladó. Oficialmente la visita del ministro polaco se realizó como devolución de la que giró Cerón a Varsovia en el verano de 1974. Esta visita, que se consideró muy importante en la descongelación de relaciones en que se encontraban a partir de las ejecuciones de septiembre de 1975, supuso la decisiva activación de negociaciones que ahora se han visto culminadas con la próxima apertura de embajadas.

El comercio exterior hispano-polaco es claramente deficitario para España, pero supone una garantía de abastecimiento y diversificación en el carbón de coque, imprescindible para la expansión siderúrgica española. El año 1975 los intercambios alcanzaron la cifra de 12.000 millones de pesetas y en el primer semestre de 1976 llegaron a los 7.000 millones (4.200 de importación por parte española y 2.850 de exportación).