Pere Pruna,

uno de los más importantes pintores catalanes del siglo, acaba de fallecer en Barcelona. La mayor parte de su obra fue realizada en París, donde trabajó con Picasso y expuso con el escultor catalán Apelles Fenósa. Sus cuadros más conocidos constituyen una serie de desnudos femeninos. También son muy apreciadas sus ilustraciones para ediciones de bibliófilos, y sus figurines y diseños para los ballets de Diaghilev.