Nuevo paso hacia la rehabilitación de Teng Hsiao-ping en China

Un gran mural de cinco páginas fue colocado ayer en la plaza central de Pekín para conmemorar el primer aniversario del fallecimiento del primer ministro Chu En-lai, que se cumple mañana. El cartel, aparte de ensalzar la memoria del dirigente desaparecido, supone un nuevo paso hacia la rehabilitación de aquel a quien se consideró como su sucesor, Teng Hsiao-ping. Por otro lado, portavoces chinos han desmentido que en la actualidad haya desórdenes en China, ya que éstos terminaron con la detención de la banda de los cuatro. Definieron la situación presente como muy estable.

En el cartel, ante el que se concentran numerosas personas, Tene Hsiao-ping es presentado como una víctima de la viuda de Mao Tse-tung y sus secuaces. Teng es liberado ahora de la responsabilidad de los graves incidentes ocurridos en abril del pasado año.

El 5 de abril tuvieron lugar en la plaza de Tien An Men, de la capital china, violentos disturbios en los que fueron incendiados automóviles y un edificio gubernamental. De estos incidentes fue responsabilizado Teng y forzaron a Mao a separarle del cargo.

Ahora, en el mural dedicado a Chu En-lai, se achaca la responsabilidad de estos hechos a la banda de los cuatro, capitaneada por la viuda de Mao, Chiang Chin, a quien se acusa de haberlos maquinado, instigado luego utilizado para difamar al camarada Teng.

Por otro lado, emisiones de radio captadas en Hong Kong acusan también a los radicales de haber silenciado o manipulado las noticias que se referían al luto y dolor nacional por la muerte de Chu En-lai. En esos momentos era jefe de prensa y propaganda china Yao Wen-vuan, uno de los miembros de la banda de los cuatro. Según estas informaciones, el objetivo de esta actitud era silenciar el recuerdo del primer ministro fallecido, porque consideraban que era el más difícil obstáculo que tenían ante ellos para apoderarse del poder.

Con respecto a Teng Hsiao-ping, conviene recordar que en noviembre pasado aparecieron carteles murales en los principales lugares de Cantón, ciudad donde se dice que residió Teng tras su caída en desgracia en abril de 1976, en los que se acusaba a los radicales de haber provocado los disturbios de abril en Pekín y de haber lanzado el oprobio sobre Teng. Días antes habían aparecido otros dazibaos en los que se indicaba que esta personalidad china había colaborado con una comisión especial nombrada en Pekín para investigar las actividades de los cuatro. Otros carteles pedían el regreso de Teng y señalaban que era conveniente continuar la crítica hacia su línea política, pero que para ello no era necesario ni humillarlo ni hundirlo.

En el acto celebrado el 25 de noviembre para colocar la primera piedra del mausoleo de Mao en Pekín, el presidente del Partido Comunista Chino, Hua Kuo-feng, por primera vez desde abril en un discurso público, omitió toda referencia a la crítica de Teng ni a la corriente con la que es asociado, el viento de derecha.

Por otra parte, se esperaba que en la reunión del comité permanente de la Asamblea Popular se estudiase su revocación como viceprimer ministro: sin embargo, el comunicado relativo a la sesión no aludió al tema.

Ahora resulta significativa la asociación que el mural de Pekín se hace del homenaje a Chu En-lai con la exención de responsabilidades relativas a los sucesos de abril. Teng había sido un estrecho colaborador del primer ministro fallecido y fue éste quien le rehabilitó en 1973.