Denuncian la peligrosidad de instalaciones de gas
Los vecinos de la urbanización Parque Residencial Fuenlabrada han puesto una denuncia ante la Delegación de Industria comunicando la peligrosidad de las instalaciones de gas propano que suministran calefacción a sus viviendas. Según la denuncia, dos de los tres tanques en los que se almacena el gas tienen escapes, y el recinto de los mismos se llena continuamente de agua. Por este motivo Butano se ha negado a suministrarles el combustible. Los tanques están situados a unos cuatro metros de los bloques y a dos metros de los aparcamientos, lo que supone un serio peligro en el momento de poner en marcha los vehículos.En la colonia viven alrededor de 160 familias, la mayoría matrimonios jóvenes, con un número elevado de población infantil. En mayo del año pasado ya advirtieron que las bocas de carga de los depósitos estaban inundadas de agua. Se advirtió a la empresa constructora, Construcciones Hispano Argentinas (Chasa), y ésta procedió al secado correspondiente. Las bombas estuvieron tres días sacando agua.
En octubre volvió a ocurrir lo mismo. Nuevamente se avisó a la empresa quien volvió a evacuar el líquido almacenado, pero esta vez pasando a los vecinos una factura por 33.000 pesetas, que éstos se han negado a pagar. Mientras tanto, Chasa se puso en comunicación con Instalaciones Fonseca, instaladora de los tanques, quien contestó que las inundaciones eran provocadas por los mismos residentes de la urbanización, que dejaban una manguera abierta. Los vecinos sostienen que dado el peligro de aumentar los escapes, no riegan el jardín desde septiembre. Instalaciones Fonseca reconoció también a Chasa que existe un escape, pero que «es tan pequeño como el de un mechero de gas», y que no reviste, ninguna importancia.
Ayer, cuando Butano acudió a renovar la carga de los depósitos se encontró con las bocas de carga inundadas de nuevo. En esta ocasión como el gas propano se inyecta a una temperatura de 18 grados bajo cero, y dado el frío del ambiente, el agua almacenada se convirtió en un bloque de hielo, y el repartidor se negó a servir el combustible.
El pasado 28 de diciembre se puso la denuncia ante la Delegación de Industria. En el momento de gestionarla, el ingeniero de energía de la Delegación, señor Arruza, buscó el proyecto y la memoria de la instalación sin encontrarlos, por lo que cabe la posibilidad de que la empresa instaladora aún no lo haya registrado, y su situación actual sea ilegal. Este extremo pasó también a incorporarse a los puntos denunciados
Caldera
Por otra parte, los vecinos insisten en que el gasto de combustible es excesivo y viene a significar unas 200.000 pesetas mensuales. La caldera está montada en un cuarto adosado a uno de los bloques, con dos rejillas como única ventilación. y sin que haya instalado extintor alguno. La caldera en cuestión tiene 42 soldaduras y actualmente sufre una pérdida considerable de agua, aparte de que el quemador está mal colocado.
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