Problemas en la liquidación de la última corrida de la Beneficencia

Los toreros aún no han recibido el importe de sus derechos de retransmisión por RTVE de la corrida de Beneficencia que se celebró el pasado mes de julio. Hay problemas en la liquidación de cuentas; tal como las presenta la Diputación Provincial, organizadora del festejo, no las encuentran conformes.RTVE abona por cada corrida televisada la cantidad de 2.750.000 pesetas, que se distribuyen, en distintos porcentajes, los protagonistas del festejo -en sus diversas categorías- y la empresa que lo organiza. Pero por un acuerdo, pudiéramos decir interno, de la Junta Nacional Taurina, cuando en la corrida en cuestión no se agotan todas las localidades, de la cantidad que abona RTVE se deducen, para el empresario, 380 pesetas por cada una de esas localidades no vendidas, hasta un máximo del 5% de aforo más 3.000 entradas.

La cuestión que plantea la Diputación Provincial de Madrid acerca de la mencionada corrida de Beneficencia es que en tal ocasión se quedaron sin vender unas 8.000 localidades. es decir, alrededor del 35% del aforo. Y pretende, en consecuencia, que se cumpla el acuerdo referido. lo cual le supondría recibir la cantidad correspondiente a más de 4.000 localidades, con un importe superior al millón y medio de pesetas; de donde a los toreros les quedaría poco más del millón de pesetas para el reparto de derechos de televisión, en lugar de los 2.750.000.

Pero dicen éstos, y no sin razón que en la corrida de Beneficencia se puso el cartel de, «No hay billetes», como ha venido ocurriendo en todas o casi todas cuantas se han celebrado en las últimas décadas. A lo cual responde la Diputación, por boca de su vicepresidente, Leopoldo Matos, que fue así porque la diferencia de entradas entre las vendidas y el total del aforo se fue en los numerosos compromisos que hubo de atender. A lo que replican los toreros, a su vez. que ésa no es culpa suya, y piden, hasta el momento sin éxito, la liquidación detallada de las cuentas de aquél festejo.

Pone esta cuestión sobre el tapete, entre otras cosas, que la corrida de Beneficencia no ha sido siempre -por lo menos no lo fue en la última ocasión- el éxito económico que se proclamaba invariablemente desde las esferas oficiales.