Persiste el misterio en torno al asesinato del príncipe De Broglie
Los móviles y la identidad del autor del asesinato del diputado Jean de Broglie (perteneciente al Partido Republicano Independiente, del presidente Giscard d'Estaing), el viernes pasado, continuaban siendo un misterio ayer por la noche. El Club Charles Martel, de extrema derecha, organización furiosamente antiárabe, reivindicó el atentado, por medio de una llamada a la agencia France-Presse, pero la policía sigue pensando que todas las hipótesis son valederas: la venganza personal, el crimen político o la acción de un desequilibrado.
El príncipe De Broglie, descendiente de una ilustre familia (tres mariscales, cuatro académicos y un premio Nobel) fue, según un testigo ocular, víctima de un joven de unos veinte años, que a las nueve y media de la mañana del viernes lo abordó en la calle Dardanelles del distrito 17 de París. El diputado acababa de llegar a este lugar, procedente de su domicilio, en el barrio chic parisiense, el 16. Se cree que, tras bajar de su coche, entró en un edificio de lujo, pero la portera le informó que un matrimonio que iba a visitar no estaba en la casa. Al salir, en la acera, lo esperaba el joven desconocido. Apenas charlaron unos instantes, y el muchacho le disparó tres tiros de pistola. Sólo lo alcanzó uno de los proyectiles que le entró por la cabeza. Pocos segundos después fallecía.
La familia no sabe nada
Nadie ha podido explicar el motivo de la visita del diputado a este barrio parisiense. Su mujer y sus familiares aseguran no saber nada sobre el particular. Es el primer misterio. Los vecinos de la calle en cuestión afirmaron a la policía que veían con relativa frecuencia al príncipe en estos parajes. ¿Había sido citado por el joven que le asesinó y, en tal caso, por qué?El viernes, el diputado se encontraba solo en su domicilio. La familia ya se había trasladado a su castillo de L'Eure, circunscripción por la que él era diputado. Este mismo día debía reunirse con los suyos para pasar juntos la Nochebuena. Jean de Broglie, además de pertenecer al llamado mundo de la nobleza, en el plano político había ocupado varias veces el puesto de secretario de Estado y, como tal, fue uno de los negociadores más importantes de la independencia de Argel. Después, también siguió manifestándose siempre como un partidario decidido de la cooperación franco-argelina.
Esto último concede cierta verosimilitud a la reivindicación del Club Charles Mandel que en los últimos años ya cometió varios atentados contra los consulados de Argelia en el sur de Francia e incluso en Paris.
La policía, sin embargo, no ve muy claro que catorce años después de los acuerdos de Evian, en los que intervino el príncipe De Broglie y que concluyeron en la independencia de Argelia, alguien haya podido tener interés en suprimir a un negociador.
Sus visitas misteriosas a la calle parisiense en la que fue asesinado, que su familia parece ignorar, constituyen una intriga que podría conducir a la tesis de la venganza personal. El gesto desesperado de un demente no se excluía ayer tampoco y, a este respecto, se recordaba el asesinato, el 14 de mayo último, del director del Credit Lyonnais, el primer banco francés. El señor Jacques Chaine fue eliminado por Jena Bilsky porque, según se hizo saber entonces, estaba obsesionado con la idea de matar a una personalidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.