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Signos de recuperación para el sector turístico

El año que termina ha significado una dura prueba para el turismo extranjero hacia España. La crisis política del otoño de 1975 supuso un freno importante a la reserva de plazas hoteleras a varios meses vista, que representan una parte sustancial del turismo receptivo en España, según se pone de relieve en el último número del órgano del Ministerio de Comercio, Información Comercial Española, ICE.

El informe pone de relieve que a medida que se iban remontando la crisis política, la inflación, y por tanto, el encarecimiento relativo de nuestra economía, alejaba a una corriente importante de visitantes de baja renta que domina y supone la base de nuestro mercado exterior turístico.Así pues, el turismo de invierno, que tiene ya un peso importante en los ingresos totales, parece que se está recuperando tras la mejoría en nuestras expectativas políticas, pero el turismo masivo de la Semana Santa y verano de 1976 sigue amenazado por nuestra elevada tasa de inflación.

Con todo, señala ICE, 1976 ha mostrado, a pesar de las transitorias y generalizadas desventajas de nuestra situación, que existe una fuerte atracción turística hacia nuestro país y que apenas se estabilice nuestra economía, se puede recuperar el mercado perdido de una actividad que está mostrando un crecimiento sustancial a pesar de la crisis económica de los tres últimos años. El actual nivel de contratación para el próximo año parece ser positivo, lo cual muestra tanto la desaparición de los efectos de la crisis política como esta fuerte atracción que sigue teniendo nuestro país como destino turístico.

Comentando los ingresos de divisas para el turismo, el editorial de ICE analiza la situación dentro de un período más amplio que se inicia en la crisis del petróleo al finalizar 1973, observando tres fases bien definidas:

-Un primer descenso de los ingresos en el verano de 1974, pero limitado a los meses de julio y agosto. En conjunto el año se cerró con un aumento del 5% sobre los ingresos extraordinarios de 1973.

-Una progresiva recuperación en los nueve primeros meses de 1975.

-La tercera etapa corresponde a un ciclo descendente de los ingresos que se inicia en el otoño de 1975, se interrumpe ligeramente en el momento de la devaluación y alcanza su mayor descenso en los meses de julio y mayo.

Al emitir un juicio valorativo de la evolución del turismo en el año que ahora concluye, ICE destaca dos observaciones en cuanto al número de visitantes,

-La recuperación de los visitantes de la primera temporada, es decir, de la corriente turística en la Semana Santa, que registró un espectacular descenso en 1975.

-La permanente caída de los visitantes en la temporada alta de verano, tendencia que se inicia ya en la primavera y alcanza su máximo descenso porcentual en el mes de agosto, que se tradujo en un 8% de menor entrada que en el mismo mes de 1975.

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