¿Hay escasez de petróleo en el mundo?
Una de las razones que han venido manejando los países exportadores de petróleo para justificar las subidas de precios es que con ello obligaban a la Humanidad a racionar un recurso escaso a punto de agotarse, por lo que, en definitiva, nos estaban haciendo un favor.Sin embargo, esta afirmación no resiste un análisis científico serio sino que es meramente una forma de justificar lo injustificable.
Poco después de finalizar la primera guerra mundial en Estados Unidos primero, y en el resto del mundo después, el temor al agotamiento de las reservas de petróleo llegó a ser una preocupación de primera magnitud para los gobiernos. Después de esta lejana fecha, tal visión apocalíptica ha resucitado periódicamente.
Sin embargo, los estudios más recientes revelan que el mundo dispone de mucho más petróleo de lo que se imagina habitualmente. Para las reservas «probadas» (la parte explotable en las condiciones actuales de los yacimientos conocidos y medidos por las perforaciones), las estimaciones se sitúan entre 90 y 100 mil millones de toneladas de petróleos (sin incluir el gas natural). Todos los expertos están más o menos de acuerdo con esta evaluación. Estas reservas permitirían satisfacer las necesidades al ritmo actual de consumo, para un período de veinte a treinta años.
Esta cifra de 90 a 100 mil millones de toneladas, varía de un año a otro, según la amplitud de los descubrimientos, pero lo importante, es que aumenta de forma más o menos continua, desde los principios de la industria del petróleo: era de aproximadamente 4.400 millones de toneladas en 1939, 7.400 millones, en 1944: 11.000 millones, en 1950, 22.000 millones, en 1955, 42.000 millones, en 1960, etcétera. Sería evidentemente imprudente el extrapolar indefinidamente tal curva. Pero tampoco hay motivos para pararla brutalmente en 1975 ó 1976, como si no se fuese a descubir más petróleo, y como si las compañías petrolíferas siguiesen invirtiendo todavía hoy miles de millones de dólares sin exponer ningún beneficio.
En un reciente libro que he publicado sobre los problemas económicos del petróleo, he señalado, al tratar de este tema, que las reservas de petróleo y de gas natural son ya por definición, un concepto más restringido que el normal de reservas, dado que no contabilizan normalmente ni el efecto de los incrementos de precio ni el efecto de las mejoras tecnológicas. Si a esto unimos el hecho de que para las grandes compañías multinacionales, que controlan el grueso de las reservas mundiales, han tenido históricamente un interés objetivo en ocultar la importancia de sus reservas, podremos deducir fácilmente que la situación no es tan oscura como puede desprenderse de las cifras normalmente publicadas y que son las que figuran en el cuadro I.
Según estas cifras, que son las admitidas normalmente por la industria, las reservas mundiales de petróleo bastarían para cubrir el consumo mundial, al nivel de 1974, durante treinta años, y la de gas natural durante 35 años. Sin embargo, estas reservas no pueden considerarse más que como un límite extremadamente conservador. Si consideramos ahora los recursos, estimados tal como habíamos definido anteriormente, el panorama cambia sustancialmente, ya que según estas cifras, los recursos estimados recuperables de petróleo bruto serían suficientes para cubrir el consumo a nivel de 1974 durante 154 años, y el gas natural durante 210 años, siendo de señalar, además, que muchas zonas son aún completamente desconocidas, por lo que las estimaciones pueden resultar superiores a las mencionadas, ya que éstas no han sido incluidas en el cómputo. Ciertamente, aun considerando la cifra de recursos, es evidente que éstos no son suficientes para un crecimiento exponencial sostenido; pero como lógicamente el petróleo y el gas natural comenzarán a declinar en términos relativos dentro de veinte o treinta años, como consecuencia de la introducción de nuevas energías, la situación no es tan crítica para el mundo como las compañías petrolíferas y la OPEP están intentando hacer creer. Además, las enormes reservas de carbón existentes son una fuente alternativa de hidrocarburos sintéticos que podría reemplazar en caso necesario a una parte sustancial de los hidrocarburos naturales.
No obstante, aunque no existe un problema inmediato de escasez de recursos petrolíferos a nivel mundial, por zonas la cuestión es bien diferente. En la actualidad el 14% de las reservas mundiales de petróleo y un 34% de las de gas natural se encuentran en la Unión Soviética, que no es previsible se lance a una política de exportaciones al menos de petróleo. Descontando, pues, a la URSS y a los países comunistas, en el resto del mundo un conjunto de apenas nueve países, con una población del orden del 3% de la mundial, controla más del 70% de las reservas y una cifra algo menor de los recursos.
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