Incidentes con manifestantes en varias calles madrileñas

Entre 1.000 y 2.000 personas tomaron parte en la manifestación que, convocada por la Organización Revolucionaria de Trabajadores. Partido del Trabajo y Comisiones Obreras, para mostrar s u desacuerdo con la celebración del referéndum, tuvo lugar ayer en Madrid, en la plaza de Callao y zonas adyacentes.La manifestación nunca llegó a formar un grupo compacto, pues los numerosos efectivos de las brigadas antidisturbios que vigilaban la zona abortaron los frecuentes intentos de los manifestantes, que profirieron diversos gritos, entre otros Amnistía y Libertad. La fuerza pública hizo uso, en numerosas ocasiones, de bombas de humo y gases lacrimógenos para apoyar sus cargas contra los manifestantes. Entre éstos, hubo algunos detenidos, aunque, al igual que el número de manifestantes, la cantidad fue muy difícil de precisar.

Por otra parte, el referéndum ha dado lugar a gran número de anomalías vinculadas, principalmente, a listas incompletas y obstrucciones de diversa índole al ejercicio del voto. Buena parte de ellas se han registrado en Madrid.

Así, en la colonia de La Espinilla (Coslada) solamente han podido votar veintisiete personas de las 20.000 que tienen edad para hacerlo. A estas últimas se les indicó que no figuraban en el último censo.

Al parecer, las mesas electorales de Aranjuez estaban ocupadas en su mayoría por gentes de Fuerza Nueva, que dedicaban parte de su tiempo a orientar a los votantes. Cabe reseñar además la sustración de las listas de votantes del colegio situado en Luis Cabrera 76, también en la capital de España.

Asimismo, debemos constatar como, después de haber sido cerrado oficialmente el período de propaganda sobre el referéndum, a las cero horas de ayer, grupos de jóvenes, con camisa azul y brazalete amarillo, repartían propaganda del no. Según fuentes dignas de crédito, pertenecen a la sección juvenil de Fuerza Nueva. Finalmente, un comunicante nos ha señalado que se negó a votar cuando observó cómo en el colegio electoral situado en el Instituto Nacional Santamarca, existía una urna sin precinto y sin llave.