Suárez preocupado sereno y hábil

Quince minutos duró el mensaje' del presidente Suárez a través de RTVE, pronunciado con gesto preocupado, pero sereno, y con acento grave. Adolfo Suárez habló de pie. Su rostro aparecía demacrado y denotaba cansancio y su voz era ronca.Al comienzo de la grabación, el aspecto de Suárez mostraba desconcierto y alguna inseguridad que fue superando conforme avanzaba el discurso. El presidente se iba creciendo por segundos y terminó su intervención con decisión y firmeza.

El mensaje, bien construido, denotaba habilidad y claridad en la exposición. Cuando habló de los grupos extremistas y automarginados, su rostro expresó emoción y puso especial énfasis a sus palabras cuando recordó que las presiones terroristas no comenzaron en nuestro país con el estreno de la nueva etapa política. La grabación se movió entre el primer plano y el plano medio, a través de un pequeño zoom.

Según la. agencia Logos, al término de la grabación, el señor. Suárez se encontraba de buen humor y, ante la insistencia de los reporteros gráficos por hacerle algunas fotos, bromeó: «Me siento como mi buen amigo Carlos Larrañaga.»

Asistieron a la grabación el ministro de Información y Turismo, Andrés Reguera; el director general de Radiotelevisión Española, Rafael Ansón, y algunos colaboradores del presidente. La grabación se efectuó en el despacho de Adolfo Suárez en Castellana, 3, y se inició hacia las siete 'menos veinte de la tarde. Hubo una primera grabación, pero la definitiva fue la segunda, que aun con el mismo texto, fue pronunciada por el presidente Suárez más pausadamente, sin interrupciones.