Pesimismo unánime sobre la situación económica francesa

El Gobierno, los patronos y los franceses, por una vez todos están de acuerdo: el pesimismo es el denominador común que los identifica al examinar el panorama económico del país cuando se acerca el balance de finales de año. Según declaró el primer ministro, Raymond Barre, el paro obrero aumentará en los próximos meses (actualmente ya supera el millón de personas, según cifras oficiales).Las estadísticas sobre la coyuntura tanto del «Consejo Nacional del Patronato Francés» como del «Instituto Nacional de la Estadística y de Estudios Económicos» (INSEE), coinciden en que, desde principios del último octubre, la actividad económica ha frenado, según los sectores, de manera desigual pero inquietante, y peor aún, que el porvenir inmediato no permite optimismos. Por otro lado, según los últimos sondeos de la opinión pública, los franceses se manifiestan también desolados. Diversas encuestas prueban que la mayoría de la opinión presiente que su nivel de vida va a degradarse sensiblemente en los meses próximos . Este ambiente general de pesimismo es considerado por los observadores como el índice más grave cara al porvenir. El deterioro de la situación se pensaba ayer, en medios bien informados, que pudiera conducir al Gobierno a tomar medidas de «relanzamiento» a principios del nuevo año que se avecina. El presidente. Giscard d'Estaing, según sus declaraciones anteriores, no había previsto ninguna inyección de este tipo hasta el segundo semestre del 77. El plan Barre, en consecuencia, pudiera ser objeto de las primeras correcciones por parte de su propio autor.