Felipe González: "No vamos a renunciar a la conquista de una sociedad sin clases"

Felipe González, reelegido primer secretario del PSOE, cerró el acto de clausura del XXVII Congreso con un discurso en el que insistió en que había que mantener la unidad y señaló que el PSOE debía convertirse en un partido capaz de protagonizar la vida política del país.

«Hace 51 años -dijo-coincidiendo con la clausura del congreso, moría en Madrid Pablo Iglesias, fundador del partido. A él fundamentalmente, a su memoria ofrecemos este congreso, con una ofrenda -como diría Machado- de trabajos y labores, con la ofrenda que los socialistas saben y pueden dar.»«Mucho es lo que podemos ofrecer hoy a Pablo Iglesias -añadió-, mucho, porque le entregamos de nuevo un partido que es capaz de protagonizar la vida política de este país. Un partido que, respetando la democracia expresa su espíritu unitario en un gran paso consolidado a través de estos cuatro días de trabajo.»

Destacó como gran paso el haber unido en una misma organización al sector histórico y al sector renovado y afirmó que para ellos era algo más que una cuestión de números, que era una cuestión de moral socialista, de respeto a la tradición del partido, de homenaje a sus fundadores. Recordó a los compañeros que habían padecido «un largo exilio y una larga prisión» y elogió la labor de algunos de ellos -Ramón Rubial, Alfonso Fernández, Jimeno, López Real, Máximo y Alvariño- en su siembra de la semilla del socialismo por todo el mundo».

Afirmó, a continuación que el PSOE seguía teniendo como finalidad transformar la sociedad y liquidar una estructura capitalista y opresora. «Y no quiero que nadie se llame a engaño -añadió- los socialistas somos capaces de ofrecer un programa político realista. El Partido Socialista seguirá fiel a su programa básico: conquistar irreversiblemente una sociedad en la cual la explotación del hombre por el hombre desaparecerá, una sociedad sin clases. El partido no va a renunciar nunca a esta meta.»

Felipe González añadió que el partido era capaz de usar un lenguaje moderado y un lenguaje duro; que era capaz de la flexibilidad y de la inflexibilidad -«de la flexibilidad cuando se trata de avanzar sorteando y superando obstáculos, de la inflexibilidad cuando se trata de defender la esencia última del partido»- «En eso -añadió- no vamos a transigir, nunca vamos a ceder ni un ápice, que no nos adjetiven ni por la izquierda ni por la derecha.»

También hizo especial mención a que el congreso había ofrecido al país una alternativa económica, política, cultural, social, Un pro grama de transición y una línea de actuación al partido, «reafirmando la coherencia política y la lucha tenaz por la conquista de la libertad».

Conquistar la democracia

«Nuestro proyecto político -añadió- sigue teniendo como objetivo básico conquistar la libertad, conquistar la democracia. Si el trabajo del congreso ha sido duro, el del partido no hace más que comenzar.» Indicó también que no hay un partido socialista fuerte sin un sindicato socialista igualmente fuerte y viceversa. Señaló, seguidamente, que el partido debía incrementarse y tenía que dejar de ser un partido de decenas de miles de hombres para pasar a ser de centenares de miles. También resaltó la necesidad de mantener un esfuerzo de coherencia política.«Esta -precisó- consiste en caminar con todos los que quieren la libertad y la democracia, coordinadamente, pero con independencia y sin confundirse.» El PSOE va a mantener celosamente la independencia, y no va a confundir unidad con unitarismo. La sociedad española necesita que se clarifique ante ella cuál es la opción política de cada uno.

Se refirió a continuación a la necesaria unidad de los socialistas y afirmó que se caminaba hacia un proceso unitario, pero «con la única condición de que se respete el proceso democrático, la decisión de la mayoría». Concluyó sus palabras diciendo que «socialismo es y seguirá siendo libertad.»