Gilmore se empeña en morir
Gary Gilmore, que ayer cumplió 36 años, desea telefonear a su madre para pedirle que retire la apelación presentada ante el Tribunal Supremo de Estados Unidos, cuya acción ha impedido que se cumpla su fusilamiento, previsto en principio para la madrugada del lunes próximo.Me gustaría hablar con mi madre, ha manifestado el hombre condenado a muerte a sus carceleros, quienes le informaron que se trata de establecer comunicación con Bessie Gilmore, en Milwaukie, estado de Oregón.
Pero la señora Gilmore, postrada en cama a causa de una severa artritis, tiene el teléfono desconectado.
El Tribunal Supremo decidió el viernes por seis votos contra tres, aceptar un aplazamiento a petición de la madre del reo. En el recurso se pide al estado de Utah que justifique la ejecución de su hijo. La decisión del Tribunal Supremo ha bloqueado la ejecución, primer caso en Estados Unidos desde 1967.
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