Divergencias sobre el desarme en las facciones libanesas

Se han presentado nuevas divergencias en el programa de recogida de armas pesadas que se encuentran en poder de las facciones libanesas. Las fuerzas progresistas consideran que la retirada de tales armas, que pasarán a estar bajo control de las fuerzas de pacificación árabes, en su mayor parte sirias, debe coincidir con la iniciación del diálogo político para buscar una solución política al conflicto.

Por su parte, los comandos palestinos han iniciado conversaciones con el mando sirio sobre esta delicada cuestión. Los palestinos insisten en conservar parte del armamento pesado de acuerdo con el Pacto de El Cairo de 1969 que establece las bases de la presencia palestina en Líbano.Este tema de la entrega del armamento pesado y la entrada de las fuerzas de pacificación en el sur del país, así como la formación del nuevo Gobierno, ha sido el tema de las reuniones del presidente Sarkis celebradas ayer en Beirut. Con respecto al envío de la fuerza pacificadora, el presidente Sarkis ha manifestado que, según todos los indicios, será trasladada esta misma semana, aunque no especificó ni la composición ni la nacionalidad de las mismas.

Según el jefe de la guarnición del sur libanés, estas fuerzas no serán de nacionalidad siria. El domingo, el primer ministro israelí volvió a insistir que su país no tolerará la presencia de las fuerzas árabes, mientras el ministro de Asuntos Exteriores, Yigal Allon, sugería que las tropas que patrullasen las zonas cercanas a la frontera perteneciesen al Ejército libanés.

En fuentes militares israelíes se indica que Israel y Siria parecen haber llegado a un entendimiento sobre el sur de Líbano, en el sentido de que Damasco no envíe sus fuerzas a esta región cuyo control debe estar en manos de tropas libanesas, según sugiere Israel. Este entendimiento se habría logrado gracias a la mediación de Estados Unidos. Sin embargo, el régimen israelí sigue enviando refuerzos militares a su frontera norte.