Santiago Bernabéu no conoce a su tocayo Carrillo
Hablé el sábado con Bernabéu y le dije: «Menuda se ha armado con Santiago Carrillo retratándose delante de su estadio. ¿Sabe usted si Carrillo es madrididista?» Santiago Bernabéu con voz pausada me respondió: «El club tiene 60.000 socios y yo no los conozco a todos.» Me quedé, pues, con la duda aunque bien sintomático es que Carrillo prefiera el Bernabéu al Calderón. Claro que la cosa puede tener múltiples explicaciones. Igual se va al Calderón, se encuentra en la puerta con el marqués de La Florida y le saca el detente.En plena crisis madridista, Santiago Carrillo ha vuelto a poner de moda en Europa el estadio Bernabéu. Quizá en agradecimiento Miljanic alineó el domingo a Sánchez Barrios que, con su barba de progre, había estado postergado Con el Madrid y su política nunca sabe uno a que carta quedarse y por eso le llamé repetidas veces a Raimundo Saporta para preguntarle si había tenido algo que ver en lo del reportaje ante el estadio. No pude cazarle. Siempre me respondió el contestador automático. Y este tema. el único que puede aclararlo es Saporta. cuya habilidad política es tal que el día menos pensado sienta en el palco al tocayo de, Bernabéu.
Lleva mucho tiempo el, Madrid sin dar una campanada y por tanto hay. que esperarla. Durante años el Madrid cumplió misiones diplomáticas en sus salidas por Europa. El recientemente fallecido Fernando María de Castiella solía decir que Bernabéu era uno de sus mejores embajadores. De las relajciones entre el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Madrid podría dar fe el actual titular de la cartera, señor Oreja, al que una madrugada turca despertó Saporta por teléfono para que le comunicara a su ministro que España había vencido a la URSS en la final de la Copa de Europa gracias al gol de Marcelino.
La salida de Castiella dejó marginado al Madrid, pero la situación no duró mucho. En Tel Aviv, Bernabéu le impuso el emblema de oro y brillantes del club al mismisimo Dayan, lo que provocó incluso una protesta de Gadafi. El ministro de entonces. señor López Bravo, citó inmediatamente a Bernabéu. Este, tomó él avión y se largó a Santa Pola. Saporta se entrevistó con el ministro y le explicó que el Madrid siempre había sabido lo que tenía que hacer. pero que ahora no tenía misiones concretas que cumplir y nada extraño era que don Santiago se encontrara una medalla en el bolsillo y se la impusiera al personaje que tenía delante. López Bravo decidió ser él quién orientara las salidas del Madrid. Poco después, en Odessa, hubo insignias para un político soviético, pero eso sí, civil.
Saporta fue el primer español invitado a visitar la República Popular China y de su mano vino la selección de baloncesto de aquel país a darse una vueltecita por España. Luego, fue nuestro baloncesto el que realizó una gira por China. ¿Podrá tener alguna significación la presencia de Carrillo frente al Bernabéu? Tendría gracia que, antes que el pasaporte, tuviera el carné del Real Madrid. Carrillo visceralmente, debe ser del Rayo Vallecano, pero me temo que no está dispuesto a pisar este campo mientras sea presidente Marcelino -Gil. A Carrillo debe caerle mejor Alonso Munárriz que vende el pan más barato.
En Barcelona se han, debido hacer la ilusión, por una vezde que su equipo esla noticia de la semana. Pues no. A pesar de los seis goles que el equipode Jordi Pujol, le ha metido al de Joan Garcés, la noticia ha sido el,Madrid con Carrillo en la puerta cero. Lo del Barcelona tuvo mérito, pero como diría Joan Fuster, eso pasa desde que en..el Valencia no juega nadie de sueca.Con resultados como el del Camp Nou va a ser muy difícil que el Consell y la Taula se entiendan. El consuelo está en que el autor de cinco de los goles fue el hijo del ex conserje del Metropolitano y el Calderón, o sea, algo así como una injerencia centralista en el tema.
El Barcelona ya le ha ganado este año al Madrid y vapuleado al Valencia. Ahora sólo le resta esperar a que el Madrid se proclame campeón. El Madrid, que ha participado moral y económicamente -algunos jugadores- en la ayuda prestada a ciertos parados, ha renacido, de sus cenizas en cuanto ha visto que su labor ha tenido un reconocimiento público. Más no se le puede pedir a Carrillo. ¿Qué pensará el señor Montal que es presidentede algo más que un club?
No me pregunto lo que pensará del tema Vicente Calderón porque se que estará satisfecho. El que debe,éstar más que preocupado es su vicepresidente, señor Santos, que después de ver al Valencia por la tele no creó que se le ocurra pensar en Heriberto Herrera para suplir a Luis.
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