Suárez y Soares no tocarán el Pacto Ibérico
No existe entusiasmo indescriptible en la capital portuguesa ante la visita del presidente Suárez -que hoy se entrevistará con su colega Mario Soares y será recibido por el presidente de la República, Ramalho Eanes-, pero es cierto que en los medios políticos lisboetas se atribuye gran importancia al encuentro hispano-portugués, al margen de los temas concretos que se aborden. Para desengañar algunas especulaciones realizadas desde España, el país cree estar en condiciones de asegurar que hoy no será revisado, ni siquiera tocado, el Pacto Ibérico.Las catorce horas de presencia en Lisboa del primer ministro español se distribuirán según el programa previsto.
¿Cómo se llenarán las intensas catorce horas de contactos y conversaciones? El sentido político del viaje de Adolfo Suárez a Lisboa se encuadra más en la política de gestos elocuentes -que sin duda abrirán camino a negociaciones diplomáticas fructíferas- que en la resolución de asuntos concretos. El proceso democrático emprendido por los dos países ibéricos, por diferentes vías, justifica sobradamente -en opinión de los observadores políticos portugueses más solventes- el viaje del jefe de Gobierno español, que, por otra parte, se ha producido a iniciativa de Mario Soares. No se oculta tampoco aquí el interés europeo comunitario por la amistad ibérica y el estímulo que le presta el gran coloso norteamericano.
En cambio, no parece sensato esperar grandes y sensacionales acuerdos de este encuentro hispano-portugués. Concretamente el Pacto Ibérico no será revisado hoy, ni siquiera tratado, aunque pueda aludirse a él en las conversaciones. Pero siempre -aseguran fuentes portuguesas- se mencionará como un tema pendiente para los dos países, que el Gobierno portugués no desea abordar en profundidad hasta que no se hayan producido las elecciones españolas y acceda al ejecutivo un Gabinete con respaldo democrático.
En todo caso, la acentuación de las relaciones entre los dos países (que Unamuno veía de espaldas uno al otro) parece cada vez más necesaria. Un detalle anecdótico avala esta necesidad. Para poder entenderme en mis primeras horas lisboetas con la bella secretaria de Francisco Pinto Valdemao, director del semanario Expreso, a quien visité ayer, tuvimos que recurrir ambos al francés.
La acogida de la prensa vespertina de ayer al viaje del presidente Suárez resulta tibia, pero interesante. El comunista Diario de Lisboa y el socialista A Luta se limitan a publicar la información oficial facilitada, e igual hace el centrista Jornal Novo.
Sólo los dos periódicos de la tarde situados políticamente más en los extremos -A Capital, por la derecha, y Diario Popular, por la izquierda- dedican mayor atención al tema. Diario Popular destaca la importancia que reviste el encuentro y dedica gran atención -en una crónica fechada en Madrid- al problema diplomático que la visita de Suárez puede plantear a Mario Soares, a propósito del congreso del Partido Socialista Obrero Español, al que tenía prevista su asistencia.
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