Irán cambia petróleo por misiles británicos

y AGENCIASEl Gobierno de Irán ha dado su acuerdo, según fuentes británicas, para la compra de misiles antiaéreos Rapier fabricados en Gran Bretaña por valor de 660 millones de dólares (unos 46.000 millones de pesetas), que serán pagados con petróleo.

Esta amplia transacción la interpretan observadores occidentales como un gesto del sha, que ratifica su decisión de acelerar las compras de armamento moderno en cantidades masivas a pesar de las críticas que le acusan de comprar demasiado y demasiado aprisa como para que pueda ser asimilado adecuadamente.

Los Rapier son los proyectiles teledirigidos tierra-aire más modernos que se fabrican en Gran Bretaña, que también suministrará las instalaciones y plataformas adecuadas. La mayor parte del material será fabricado y ensamblado en Irán. Este país tardará unos ocho años en reemplazar los antiguos sistemas de defensa mediante proyectiles y sustituirlos por los Rapier.

Por el momento, el Gobierno iraní no ha confirmado esta transacción, ya que tiene la costumbre de mantener en secreto este tipo de operaciones de carácter militar. Pero una de las fuentes que ha suministrado la información ha hecho saber que el contrato lo firmaron el jueves pasado en Teherán el general Hassan Taufanian, ministro de la Guerra de Irán (un antiguo piloto, que en la actualidad es el principal encargado de las compras de armas para el sha), y George Jefferson, director de la British Aircraft Corporation, empresa estatal británica que fabrica el Rapier. Esta compañía y la Industria Electrónica de Irán han acordado además constituir empresa conjunta para supervisar la instalación y fabricación de los misiles en Irán

Mediante el acuerdo firmado, Irán pagará los misiles con petróleo crudo que será comercializado, a cuenta de la British Aircraft Corporation, por la compañía anglo-holandesa Shell, una de las empresas predominantes en el mercado petrolífero iraní. Las negociaciones para esta complicada forma de pago encontraron, al parecer, dificultades debido a la complejidad burocrática del Gobierno iraní.

El hecho de que Irán haya adquirido los proyectiles antiaéreos a Gran Bretaña y no a Estados Unidos se ha interpretado como un gesto que indica la decisión de Irán de dirigirse a otros proveedores de armas, en el caso de que surjan críticas a estas compras masivas por parte del Congreso de Estados Unidos o de la próxima Administración Carter.

En los últimos años Irán ha comprado equipo militar moderno y sofisticado en Estados Unidos por la enorme suma de 13.000 millones de dólares (unos 900.000 millones de pesetas). Estas compras masivas han hecho que el Ejército iraní esté totalmente en manos de los norteamericanos, que son los únicos que pueden manejar por el momento este tipo de arsenal, mientras entrenan a los militares iraníes en su utilización