Estacionario el conflicto de la construcción en Bilbao
Continúa estacionario el conflicto de la construcción que entró el sábado en un punto muerto al negarse los constructores a aceptar la contraoferta de los trabajadores, consistente en la denuncia del actual convenio colectivo. A las nueve de la mañana de ayer expiraba el plazo que los empresarios habían dado a su oferta de aumento de 2.000 pesetas con cargo al próximo convenio. A esa hora, la inactividad continuó en las obras comprobándose la negativa de los obreros a reintegrarse a sus trabajos.
Sin novedad se celebrarían por la mañana las asambleas de zona de Baracaldo, Erandio y Basauri y una de carácter general en la plaza de Santurce, por la tarde. En aquella se votó de nuevo negativamente sobre la intervención de la UTT en las negociaciones. Mientras, la patronal seguía reunida estudiando, al parecer, una oferta con la que atraer nuevamente a la mesa de la negociación a los trabajadores.
A las diez y media de la mañana, tres mujeres de trabajadores de la construcción, se encadenaron al puente del Arenal, de Bilbao, conocido como el puente de la Victoria, tirando las llaves de los candados al río Nervión. Sujetas al cuerpo y en el suelo, presentaron una serie de pancartas en las que podía leerse «Somos las mujeres de los obreros de la construcción, justicia»; «ni pedimos, ni mendigamos, exigimos lo que es nuestro»; «abajo el sindicato vertical, arriba nuestra gestora»; «libertad para nuestros presos Pedro y Aurelio».
Finalmente un jeep de la policía armada, conduciría a comisaría a las tres mujeres tras haber cortado con tijeras-alicates las cadenas.
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