Carta colectiva sobre la Universidad española

Diecisiete catedráticos y profesores de la Universidad Autónoma de Madrid resumen en esta carta tres problemas clave de la Universidad española: la elección de rectores, la autonomía universitaria y el estado de las instalaciones y equipos, puesto de relieve últimamente por el hundimiento sufrido por la facultad de Filosofía y Letras. El texto de la carta es el siguiente:

Los abajo firmantes, profesores de la Universidad Autónoma de Madrid, queremos expresar nuestra preocupación con respecto a varios problemas que afectan a la Universidad española en general y la nuestra en particular.Reconocemos que la prensa no es, quizá, el medio natural de comunicación con el Ministerio de Educación. Pero hay que tener en cuenta que los esfuerzos hechos desde hace más de un mes para obtener una entrevista con el ministro y poder exponerle en ella nuestras reivindicaciones no han tenido éxito alguno.

Reconocemos también que, frente a los problemas que afectan a la sociedad española globalmente, las cuestiones universitarias pueden parecer secundarias. Sin embargo, no cabe resolver un todo sin preocuparse de las partes. Además está el problema de la credibilidad. El Gobierno manifiesta públicamente estar dispuesto a traer la democracia a España. El país, y en particular los universitarios, confiaríamos más en esas intenciones si aplicaran tal criterio democratizador a cuestiones para cuya solución no hay que convocar referéndum, pasar por las Cortes, ni tan siquiera dictar un decreto-ley. Concretamente, queremos referirnos ahora a los tres problemas siguientes:

1.º Las peticiones elevadas reiteradamente por claustros y juntas de facultad (comisiones de estudios) de nuestra Universidad, para la elección democrática de rector, no han sido atendidas. Recordemos que el actual rector, profesor Gratiniano Nieto, fue nombrado hace tiempo, a propuesta del ministro de turno, profesar Julio Rodríguez, sin utilizar los cauces consultivos previstos en los estatutos de nuestra Universidad. A la vista de esto resulta evidente que, en sus posibles actuaciones (sea en las Cortes, el Consejo del Reino, Junta de Rectores, etcétera), el profesor Gratiniano Nieto no representa a la Universidad Autónoma de Madrid.

2.º La autonomía universitaria que el actual ministro defendía antes de acceder al Ministerio, no existe más que en el nombre por le que se refiere a nuestra Universidad. Las peticiones de claustro general elevadas reiteradamente no han sido atendidas, violando con ello los estatutos vigentes. Mal puede autogobernarse una Universidad a la que no se permite reunirse, ni expresarse, a nivel de su órgano supremo.

3.º Las numerosas advertencias hechas, concernientes al estado de los edificios universitarios, que datan de antes y después del lamentable hundimiento acaecido en la facultad de Filosofía y Letras, han sido desoídas olímpicamente. Las clases han comenzado sin que se haya dado una explicación clara pese a que el accidente causó más de medio centenar de heridos, y sin que se hayan subsanado las múltiples deficiencias (goteras, inundaciones, caídas de cielos rasos, grietas) señaladas repetidas veces. La decisión de comenzar las clases ha sido tomada sin que los informes dados a conocer sobre las garantía de solidez y el estado de los edificios sean plenamente satisfactorios; y así lo han manifestado varias facultades de esta Universidad.

Los abajo firmantes estimamos que las cuestiones expuestas son suficientemente importantes para que el ministro de Educación se digne a recibir, a fin de discutirlas, a una comisión de profesores y alumnos de la Universidad Autónoma de Madrid.»

Relación de firmantes: F. Agulló. R. Bercovit, N. Cabrera, L. Cañibano, J .I. Fernández Alonso, F. González Bernáldez, J. R. Lasuén, E. Bueno, C. París, A. Pérez Sánchez, A. Rodríguez Bereijo, J. M. Rojo, J. L. Sánchez Gómez, A. Santillana, R. Tamames, L. E. de la Villa, F. J. Ynduráin.