"Comprensión" francesa para la libra
«Hemos indicado a nuestros colegas británicos que los representantes franceses en el Fondo Monetario Internacional examinarían los problemas de Gran Bretaña con un espíritu marcado por la comprensión y un sentido razonable», declaró ayer el presidente Giscard d'Estaing al final de la «cumbre» franco-británica en el castillo de Rambouillet, después de dos entrevistas del presidente con el primer ministro británico James Callaghan.Como habían previsto los observadores, la visita oficial de Callaghan dio motivo a un examen de los problemas económicos y monetarios, en particular la situación de la libra esterlina. Sobre este último tema, Giscard declaró: «Aprobamos la intención del Gobierno británico de buscar solución al problema de la balanza de la esterlina, porque ésta contribuirá a estabilizar el sistema monetario internacional y a revigorizar la economía británica.»
La balanza de la esterlina es el haber, en libras, que poseen múltiples países y que agrava las dificultades de la divisa inglesa. La cuestión fue examinada ampliamente; tanto Londres como París, se pensaba ayer en círculos próximos a Rambouillet, estudiaron el método más apropiado para acabar con la libra como moneda de reserva.
Además de los problemas monetarios y económicos se examinó la situación europea e internacional, así como las relaciones bilaterales. En lo que respecta a sectores como la siderurgia, la construcción naval, la electrónica, la industria automotriz y los textiles, las dos delegaciones evaluaron las posibilidades de introducir las modificaciones necesarias para asegurar el equilibrio de los mercados y para que la cooperación se acreciente.
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