El Gobierno trata de imperdir la jornada de paro

Detenciones de líderes obreros y citaciones a declarar en relación con la convocatoria efectuada para hoy por las organizaciones sindicales ilegales a un paro general, son las principales características de la actitud con que el Gobierno se enfrenta a la posibilidad de que el país sufra paros laborales, si es que la respuesta obrera se ajusta a las optimistas previsiones comunicadas a EL PAIS en las centrales que integran la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS), organismo unitario autor del llamamiento en tal sentido.En los citados medios se asegura que las detenciones selectivas, pues han sido objeto de ellas destacados líderes sindicales y las llamadas a las comisarías o a los Gobiernos Civiles de las respectivas provincias para «hacerles responsables de las posibles acciones a que dé lugar la convocatoria» alcanzan en conjunto a más de centenar y medio de militantes de las centrales sindicales UGT, USO y CCOO.

El gabinete de prensa del Gobierno Civil de Madrid, por su parte, informó en la tarde de ayer que el estado del herido en la madrugada anterior por disparos de la Guardia Civil, después de que les hiciera frente -atropellando a uno de ellos con el vehículo en el que trataba de huir- al ser sorprendido en San Sebastián de los Reyes repartiendo propaganda relativa a la jornada de hoy, va mejorando sensiblemente, a pesar del pronóstico grave de su herida, de la que es atendido en la clínica de La Paz. La misma fuente añadió que, probablemente, sería trasladado hoy a la prisión provincial de Carabanchel.

En cuanto a las previsiones sobre la respuesta que la convocatoria al paro pueda obtener entre los trabajadores, las organizaciones sindicales madrileñas que han convocado la jornada de protesta contra las medidas económicas se muestran optimistas.

En el resto de España, las previsiones en cuanto al alcance de la jornada es dispar. En el País Vasco, concretamente, no parece haber encontrado una respuesta mayoritaria, al menos a nivel de convocatorias del mismo signo todavía recientes, que llegaron a paralizar incluso el comercio y los servicios públicos. Tal vez la relativa frialdad de hoy se deba a que los trabajadores vascos reaccionan con mayor unanimidad frente a problemas políticos que ante los puramente económicos.

En Cataluña, las previsiones señalan el Bajo Llobregat como zona más receptiva al llamamiento de paro, favorecido por el actual conflicto que registra la empresa Roca Radiadores, segunda en importancia de la región, con 4.800 trabajadores. En Sabadell, y en Tarrasa, por el contrario, el llamamiento parece haber obtenido escasa repercusión. En Barcelona, salvo el acuerdo adoptado por los trabajadores de la Seat, el paro puede ser escaso. Tan solo está prevista una concentración obrera ante la sede de sindicatos para el mediodía.

Aun cuando la convocatoria de huelga general para la jornada de hoy ha sido hecha por las organizaciones sindicales, otras centrales y numerosos partidos de oposición se han sumado al llamamiento, al tiempo que otros sectores, también situados en la ilegalidad, lo han censurado e, incluso, se oponen a esta concreta acción que se pretende adoptar por el mundo del trabajo como protesta por las medidas económicas recientemente adoptadas por el Gobierno.