Harán falta dos años para reconstruir el teatro Español

A las seis menos veinte de la tarde del domingo 19 de octubre de 1975, el escenario del teatro Español comenzó a arder. El fuego, en su avance, dejó prácticamente destrozado el escenario y el patio de butacas del coliseo. De entonces aquí -algo más de un año ha pasado- el teatro no ha sufrido ninguna obra de reconstrucción, aunque muchas y varias han sido las ideas que sobre él se han vertido, desde la simple restauración hasta la posibilidad de construir un gran centro cultural en toda la manzana, que sería, por tanto, expropiada.El Ministerio de Información y Turismo, arrendatario del local ha defendido siempre la tesis de que debía. ser el Ayuntamiento su dueño, quien corriera con los gastos correspondientes. El Ayuntamiento, por su parte, se basa en el hecho de que la responsabilidad del siniestro es del Ministerio para afirmar que debe ser este organismo gubernamental quien pague la reconstrucción, que se ha estimado en unos 223 millones de pesetas.

Seis meses se tardó, desde que terminó el incendio que destruyó el teatro, en redactar el proyecto definitivo para su reconstrucción. Las razones aducidas para esta tardanza fueron los prolongados estudios realizados para ver la posibilidad de que, a base de expropiar toda la manzana, se creara en la zona un gran centro cultural, con construcción, de nueva planta, en el que, además del nuevo teatro, Madrid pudiera contar con el auditorio del que tantas veces se ha hablado y con un museo del traje, adosado al teatro, al que se incorporarían las existencias, con más de ochenta años de antigüedad en algunos casos, de los almacenes de disfraces del Español.

Sin embargo, esta idea no llegó a cuajar. Estaba en litigio la responsabilidad económica del siniestro que le costó la existencia al teatro: ni Ministerio de Información y Turismo ni Ayuntamiento de Madrid pensar , en principio, en cargar con los gastos que una obra de este tipo acarrea y cada uno de ellos no desechaba la idea de que fuera. el otro el que sufragara los gastos.

Lo más económico era, desde luego, la reconstrucción del teatro tal como se encontraba antes del incendio. Y hacia esa solución fue a lo que se tendió en la redacción de los planos. Pero, a pesar de esto, el dinero no llegaba en la forma necesaria.

Fue con la llegada a la presidencia del Ayuntamiento de Juan de Arespacochaga cuando, por medio de contactos personales y oficiales, se agilizó la tramitación de los expedientes para la reconstrucción del Español y la aportación del dinero necesario para ello, por parte del Ministerio. Este organismo ya tiene en su poder, según afirmación del delegado de Educación del Ayuntamiento, Matías Vallés, el proyecto, que consta de 53 planos y memorias independientes para electricidad, aire acondicionado, electrotecnia, etcétera, redactado por Lucio Oñoro, y el presupuesto total de la obra, que asciende exactamente a 222.944.321 pesetas.

El Pleno del Ayuntamiento ha de dar el correspondiente visto bueno al proyecto y al presupuesto, para que el Ministerio se pueda poner manos a la obra en la reconstrucción del teatro. Esto estaba previsto en principio que ocurriera en el celebrado en el mes de octubre. Sin embargo, no llegó a producirse la presentación del proyecto al pleno municipal y es posible que llegue al de este mes de noviembre. A partir de que esto se produzca, podemos empezar a contar dos años para que el Español vuelva a ser lo que fue: un teatro de primer rango.

Historia

Aunque el nombre de teatro Español no lo recibió hasta 1849, a raíz de su ultima restauración total, puede contarse con que la vida del teatro se remonta a los tiempos de Felipe II, en los que se construyó como ampliación del hasta entonces Corral de la Pacheca, corral de comed las propiedad de la Cofradía de la Pasión.

El teatro del Príncipe, que así comenzó a llamarse el nuevo local, tenía el gran adelanto, aparte de tener techada su estructura, de disponer de bancos para los caballeros, aposentos para las damas, gradas en el patio con barandillas, y cancela, además de corredor, para las mujeres del pueblo.

Pero, en 1804,fue destruido por un incendio y fue reedificado de acuerdo con los planos elaborados por el arquitecto Juan de Villanueva. Terminado en 1806, pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Madrid en 1808.