Mayor afluencia a las urnas que la esperada

Los colegios electorales de los cincuenta estados de la Unión y el distrito federal de Columbia se abrieron ayer a las siete de la mañana, hora local -entre una y cuarto de la tarde hora española para que, aproximadamente, la mitad de los norteamericanos con derecho a voto decida el resultado de la reñida lucha por la presidencia que enfrenta a Gerald Ford, 63 años, un republicano conservador que llegó a la Casa Blanca hace más de dos años sin ser elegido, y el ex gobernador de Georgia, James Earl Carter, 53 años, un demócrata de aires liberales que hace sólo unos meses era un desconocido total en el país.El buen tiempo atmosférico predominó en toda la nación durante la jornada electoral, lo que hizo, según las primeras estimaciones, que la afluencia a las urnas fuera ligeramente mayor que la esperada. Sin embargo, los más optimistas se conformarían con que el 60 % de los 150 millones de norteamericanos en edad de votar hiciera uso de su derecho.

El sondeo definitivo del Instituto Harris, hecho público en la madrugada de ayer, da al candidato demócrata una ligera ventaja (46 %, frente a un 45 % para Ford), exactamente la contraria que dio anteayer el sondeo Gallup, favorable en un punto al presidente Ford. Dado que la desviación media aceptada en este tipo de encuestas de opinión oscila entre el 2,5 y el 4 %, los sondeos Harris y Gallup no hacen sino dejar constancia de lo reñido de la lucha por la presidencia en este año, cuando se celebra el doscientos aniversario de la independencia.

Los dos candidatos presidenciales madrugaron para votar. Carter lo hizo minutos antes de las siete de la, mañana en su pueblo natal de Plains, en Georgia, junto con su mujer, Rosalynn, y sus hijos. Interrogado por 'los reporteros, Carter respondió sonriendo que, naturalmente, había votado por el ticket Carter-Mondale.

El. presidente Ford y su esposa votaron en su ciudad natal de Grand Rapids, en el estado de Michigan, también a primera hora de la mañana. El candidato republicano se mostró optimista y manifestó que «el 2 de noviembre será una fecha histórica», poco antes de volar a Washington, desde donde seguirá el desarrollo de la votación.

Como es tradicional, un pequeño pueblecito del estado de New Hampshire fue el primero en votar (instantes después de las doce de la noche) y en dar a conocer sus resultados: trece votos para Ford, once para Carter, uno para McCarthy y un voto nulo. Aparte del valor anecdótico, el resultado no tiene mayor importancia, porque sólo una vez en los últimos cuarenta años el vencedor de la votación en esta aldea ha coincidido con el ganador de la elección nacional.

Excepto las tiendas de licores, que deben permanecer cerradas mientras están abiertos los colegios electorales, según la ley, el país continuó su vida normal en la jornada de ayer. Bancos, oficinas, y comercios permanecieron abiertos y sus empleados disfrutaron de unas horas de tiempo libre para ir a depositar su voto.

Centenares de botellas de champagne esperan en un hotel de Washington a que el presidente Ford sea el elegido, lo que provocará una gran fiesta del cuartel general republicano. En Atlanta, capital de Georgia, los demócratas tienen también preparada su fiesta con similares cantidades de vino espumoso.

Los colegios electorales se cierran hacia las siete de la tarde, pero dada la diferencia horaria entre costa y costa, no será hasta las once de la noche aproximadamente -cinco de la madrugada de España- cuando comiencen a conocerse resultados parciales. Las cuatro cadenas nacionales de televisión realizarán programas informativos especiales desde las siete de la tarde hasta la madrugada.