"España se siente en condiciones de contribuir a la creación de una Europa nueva"

La segunda jornada de la visita de los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, se desarrolló, en esta capital, bajo el signo ya iniciado el mediodía del miércoles que los soberanos terminaron a primera hora de la madrugada en la recepción fastuosa que, en su honor, ofreció el presidente de la República francesa, Giscard d'Estaing, con la asistencia de unos seiscientos invitados de marca del llamado gran mundo parisiense. Por una parte, la voluntad firme del Gobierno francés de que este reencuentro franco-español sea un éxito, se está cumpliendo, con el apoyo de todos los medios de información conservadores, que no regatean ni espacio, ni elogios para España y para los Monarcas.

Paralelamente la actividad y las críticas de los grupos izquierdistas se multiplicó ayer, con un extraño atentado, sin víctimas personales. Y la oposición de izquierdas (el 50% del electorado francés), sin asociarse ni lo más mínimo a manifestaciones y actos públicos extremistas, aprovechó todas las ocasiones, por medios protocolarios, para manifestar al Rey y a Giscard d'Estaing, su inquietud y su indignación ante la situación política española, dominada aún por las estructuras de la dictadura franquista.Después de visitar, por la mañana, la fábrica electrónica Thomson, el Rey, escoltado siempre de manera impresionante, se trasladó al Hotel de Ville (alcaldía parisiense), en donde fue homenajeado por el Consejo de París, en unas palabras que dirigió a los elegidos de la capital, don Juan Carlos subrayó: «Mi país, que no puede ser más que europeo, y que lo ha sido siempre, se siente en condiciones para contribuir a la creación de una Europa nueva, rica por sus diversidades y fuerte por su unidad. »

Mientras don Juan Carlos visitaba la Thompson CSF, doña Sofía acudió acompañada por la señora François Giroud, secretaria de Estado para la Cultura, a la galería arqueológica del atrio de Notre Dame de París, en donde se encuentran restos de las fundaciones de una ciudad romana, de la ocupación gala y del período merovingio.

Al llegar el Rey al Hotel de Ville, de entre algunos centenares de personas surgieron gritos, «Viva el Rey». Al salir, según algunos testigos, lo esperaban entre dos y tres mil personas. Otros afirmaron que había más de 5.000. El presidente del Consejo, señor Lafay, anteayer, había convocado al pueblo de París para honrar al Rey que, al salir, rompió el cordón del servicio de orden y tendió la mano a varias personas. En este momento surgió una pancarta en la que se leía, España en el Mercado Común. También hubo algún grito de Viva el Rey. La operación se repitió, en medio del servicio de orden, al terminar la comida que le ofreció el Consejo de París en el palacio Lauzun, en la isla de San Luis, no lejos de la que fue vivienda del presidente Pompidou.

Los socialistas franceses entregan un mensaje al Rey

El consejero municipal de París, del grupo de los socialistas, señor Benassaya, le hizo llegar al Rey una carta en la que podía leerse: «En España deben conquistarse los derechos democráticos más elementales, de asociación, huelga, de reconocimiento de los partidos políticos y sindicatos, amnistía total y vuelta de todos los exiliados. Sólo estas medidas garantizarán ante la opinión internacional la evolución de España hacia la democracia real». El mismo documento hacía constar el apoyo del PSF «a las fuerzas democráticas y, en particular, al PSOE».Su visita a la Escuela Militar, introducida en el programa para sustituir a la que debió realizar a la Politécnica (suspendida porque los alumnos amenazaron con manifestaciones no favorables a la lección magistral que debía pronunciar el Rey, según buenas fuentes) fue de estilo militar. Ante unos veinte generales y un centenar de jefes y oficiales, el Rey, acompañado por el presidente de la República, pronunció un breve discurso: «Francia y España se forjaron al filo de la espada y la influencia recíproca a través de la Historia de sus Ejércitos ha sido beneficiosa para nuestros grandes países».

Don Juan Carlos manifestó su deseo de una «creciente cooperación entre nuestros Ejércitos» y subrayó que «el militar quiere la paz y comprende fácilmente al soldado de otros países. Lo entiende, porque habla el mismo lenguaje: el de la disciplina, de la lealtad y del honor».

Entrevista con el secretario de la OCDE

El secretario general de la OCDE, señor Van Lennep, visitó al Rey en su residencia del Palacio de Marigny. También recibió a directivos y periodistas de los medios informativos franceses para tomar una copa con ellos.Los medios oficiales, franceses y españoles, se manifestaron plenamente satisfechos del desarrollo de la visita. El portavoz galo, señor Lecat, declaró a la prensa que las entrevistas francoespañolas «se caracterizan por el deseo de ir al fondo de las cosas». La prensa dedicó a los Reyes los espacios gráficos más destacados de la primera página de sus ediciones y dio cuenta detallada de sus múltiples actividades. Los órganos de izquierdas, por el contrario, se manifestaron agresivos. Uno de ellos subraya «la manipulación, sin precedentes, de la radio, televisión y demás media destinadas a «prolongar la agonía de la España de ayer».

Por su parte, la Federación de París del Partido Socialista, hizo público un comunicado para dar cuenta de «su indignación y de la de todos los democrátas por la visita del Rey», denunciando igualmente «el real escándalo que constituye el fasto desplegado para esta visita».

Los sindicatos CFDT (socialista autogestionaria) de los trabajadores sociales y de la asistencia pública protestaron públicamente también contra la visita «de la Reina de España al centro médico-social, Los amigos de Karen ».

Dos vascos más fueron confinados en la isla de Yeu. El Partido Socialista Unificado prestó sus locales para una conferencia de prensa de KAS (coordinadora de grupos abertzales), sobre la situación en el País Vasco español. También se habló ayer de una conferencia de dos miembros de la ETA, pero a última hora del día no fue posible obtener noticias seguras sobre el hecho.

Atentado contra la Interpol

La Federación Anarquista publicó una declaración condenando la visita de los Reyes. Y a primera hora de la madrugada de ayer jueves, se produjo un atentado contra la sede de Interpol, situada en Saint Cloud, en la periferia de París. La potente carga de plástico produjo serios daños materiales, sin alcanzar ningún punto vital de la organización, en los que se encuentran miles y miles de ficheros de delincuentes.El atentado fue reivindicado por un grupo de deportados españoles que llamaron por teléfono a un diario parisino. Nadie se explicaba bien, anoche, la naturaleza de este grupo. Algunos incluso supusieron se trataba de franceses deseosos de solidarizarse con los españoles anti-régimen.