Alfons Rodríguez,
miembro de la junta directiva de la Asociación de Ingenieros Industriales de Cataluña y especialista en el tema de transporte, ha declarado hace poco: «Hasta ahora la Administración ha seguido una política, en materia de transportes, marcadamente monopolista y contraria a los intereses de las clases medias y populares. Y ello se pone de manifiesto en la preferencia demostrada por la construcción de infraestructuras, en detrimento de la prestación de servicios. Las infraestructuras sirven a los intereses de la industria del automóvil, al petróleo y a las grandes constructoras de obras públicas, que obtienen ventajosísimos contratos.» Los dos penúltimos ministros del ramo fueron los señores Silva -actual presidente de Campsa- y De la Mora, teórico del «Estado de obras».
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