De la Mata podría firmar en Ginebra los convenios 87 y 98 la OIT
La reforma sindical -cuyo contenido será debatido por las Cortes conjuntamente con el articulado del proyecto de ley sobre la reforma política- puede avanzar decididamente en la próxima semana (con independencia de los recortes que pueden temerse por parte de la Cámara legislativa) si es que se confirma la rúbrica de los convenios 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por parte del Gobierno español.
En medios próximos a la Organización Sindical se considera inminente (nunca después de la próxima semana) la visita a Ginebra del titular de Relaciones Sindicales, Enrique de la Mata, precisamente para firmar ambos convenios, en los que están consagrados los principios de la libertad sindical, auténtica esencia del proyecto de reforma sindical que, al parecer y tras las variaciones que habría sufrido el anteproyecto sobre asociaciones sindicales, habrán de debatir finalmente las Cortes.De cumplirse estas previsiones que hoy son consideradas como totalmente verosímiles por determinados sectores de la Organización Sindical más próximos a los artificios de la reforma -en definitiva, el propio Gobierno Suárez-, una vez aprobada ésta podrían convivir durante una primera etapa (transitoria) las organizaciones sindicales actualmente en la ilegalidad con las uniones y consejos de trabajadores.
De esta manera, se trataría de evitar un vacío durante la transición de la dependencia a la libertad, al tiempo que, en alguna medida, se haría posible la subsistencia de las entidades verticalistas más homologables al cuadro de libertades sindicales imperantes en el mundo occidental.
En cualquier caso, esta estrategia puede quedar desmontada en tanto en cuanto las organizaciones sindicales hoy ilegales se nieguen -y ya lo han confirmado- a pasar por la ventanilla. La única posibilidad de que los planteamientos oficialistas puedan verse plasmados en la realidad podría radicar en la confirmación de la información ofrecida ayer por el presidente del Consejo Nacional de Trabajadores, Noel Zapico, en el sentido de que el anteproyecto de ley que regula las asociaciones sindicales habría sido aligerado de limitaciones en cuanto a la vinculación política de las centrales.
No obstante, la Unión General de Trabajadores -cuyo secretario general, Nicolás Redondo, en reunión con la prensa insistió en la reivindicación de los bienes expoliados a esta organización- reiteró su negativa a pasar por la ventanilla y se mostró escéptico en cuanto a la posible ratificación de los convenios, de la OIT relativos a la libertad sindical, «a la vista del anteproyecto de reforma remitido a las Cortes».
En el mismo sentido se han pronunciado en los últimos días las demás organizaciones obreras al margen de la OS, aun cuando su conocimiento sobre el alcance de la reforma -en proyecto se limita -según sus propias afirmaciones -a lo facilitado por la prensa, en base al anteproyecto que, según los medios próximos a la OS, habría sido limado por el Gobierno con el fin de hacer posible la estrategia verticalista antes aludida.
No se descarta, sin embargo, que la posible visita de De la Mata a Ginebra se limite a continuar las gestiones que, en su día, hizo el anterior titular de Relaciones Sindicales, Rodolfo Martín Villa.
