Crítica situación de la economía forestal española
, El establecimiento de una reglamentación internacional de lucha coordinada contra los incendios forestales, es una de las medidas que recomienda la XXVIII Asamblea de la CEA.
Tras las deliberaciones de la IV Comisión que se ocupa de la economía forestal, en la que presentaron ponencias Austria, Francia y España, se decidió mantener un intercambio sistemático de datos y de información entre los miembros de la CEA afectados por el problema de los incendios forestales, asimismo se aconsejó, que todos estos países fueran convocados a una reunión para tratar el tema extensamente.
Los términos recomendar y aconsejar, se utilizan con frecuencia en las sesiones de la asamblea dado el carácter consultivo de la misma.
No obstante, estos periódicos encuentros favorecen el acercamiento entre las diferentes agriculturas europeas y contribuyen a crear una mentalidad solidaria a la hora de afrontar problemas comunes.
«Se puede decir que poseemos una magnífica organización de lucha contra incendios», dice Ricardo de Rada, vicepresidente de la IV Comisión de la CEA.
Según el señor De Rada, hasta hace seis o siete años, el tema de los incendios sólo preocupaba a España e Italia, algo más tarde a Francia y tras los grandes incendios que asolaron el año pasado, Alemania comparte esta preocupación.
Este año se han podido evitar el que se hayan quemado 150.000 hectáreas, más 100.000 de bosque poblado, cifra que supera las pérdidas totales del año anterior y la superficie repoblada en este mismo período de tiempo, lo que todavía es más grave.
Economía forestal
La protección de la superficie arbolada, además de ser capitulo fundamental de la defensa del medio ambiente, tiene una aplicación directa con la economía forestal, pues las pérdidas que causan los incendios perjudican a las explotaciones forestales.En España sólo en el 25 par 100 de los incendios forestales «algo suyo se quema», pues el 75 por 100 de la superficie forestal española es de propiedad privada.
También en Europa Occidental la mayoría de los bosques son de propiedad privada, sin embargo la explotación forestal de tipo familiar y de medianas dimensiones que allí es muy frecuente y rentable no existe prácticamente en España, donde la propiedad de los bosques se encuentra -como la de toda la tierra en general- desigualmente repartida.
Según un informe elaborado por la IV Comisión de la asamblea, la situación de la economía forestal española es crítica: «La demanda del mercado interior no ha seguido el ritmo progresivo de años anteriores a causa de la recesión económica».
Por otra parte el minifundio forestal impide racionalizar la producción, el bajo rendimiento de las explotaciones y la subida de salarios, son razones de índole estructural que motivan esta crisis.
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