Canales califica de irrespetuosos cinco dibujos de Díaz Pardo

La muestra colectiva de arte titulada «25 contemporáneos», cuya inauguración estaba prevista para ayer tarde en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Antequera, quedó suspendida poco después de abrir sus puertas al público.El motivo de este conflicto fue la decisión del director de la mencionada sala de arte, el escritor Alfonso Canales, de retirar cinco dibujos del pintor Díaz Pardo. Según ha manifestado el señor Canales, tales dibujos eran irrespetuosos y atentaban contra la segunda persona de la Santísima Trinidad. «Tengo convicciones que están por encima del arte», añadió.

La orden del director de la sala provocó la protesta de gran parte del público asistente a la inauguración y la solidaridad de los artistas integrados en el colectivo y que decidieron retirar sus obras de la exposición. Solamente ha apoyado la orden de Alfonso Canales la pintora María Pepa Estrada.

El título genérico de los cinco dibujos prohibidos es «Cinco variaciones sobre un soneto de Rafael Alberti». Precisamente este soneto fue publicado por la revista malagueña de poesía «Litoral», en su número 43, 44, y figura con el número seis dentro de los 10 sonetos iniciales de la obra «Roma, peligro para caminantes». Por su parte, el pintor recusado ha precisado así su intención: «Alfonso Canales no ha entendido lo que pretendía, ya que en ningún momento traté de ser peyorativo. Intentaba buscar una nueva imagen del Sagrado Corazón y darle una humanización poética. Quise también comunicar a cada uno de los cinco dibujos que componen esta serie un aspecto afectivo.»

Ayer a las ocho de la noche se celebró la segunda inauguración de la controvertida muestra de arte. El lugar elegido fue el Colegio de Doctores y Licenciados del distrito universitario de Málaga, por ofrecimiento de la decano de dicho colegio al organizador de «25 contemporáneos». Hasta el día 29 de octubre estará abierta la exposición que incluye dibujos grabados y cerámicas del grupo «El paso».

Sobre todo esto, Alfonso Canales declaró a EL PAIS: «Efectivamente, yo, como director de la sala, hice retirar esos dibujos, porque me parecieron irreverentes e insultantes para cualquiera con un poco de sensibilidad. Un grupo de artistas que conozco bien, y que merecían toda mi confianza a nivel artístico me pidieron la sala, y precisamente por esa confianza, no vi los cuadros hasta la inauguración, contra mi costumbre.»

«Sin ver los dibujos -que representaban un hombre desnudo, rodeado de los atributos iconográficos de Cristo, en diversas posturas, digamos, acrobáticas-, no se puede hacer uno la idea de la justeza o no de la medida. Lo más chocante era el tratamiento irónico de la figura, que considero una falta de respeto y un problema de mal gusto, cuando menos.»

«No me ha movido el miedo a posibles repercusiones, ni siquiera un sentimiento religioso. Si hubiera sido Buda o Mahoma me hubiera comportado igual.»