Escrito al fiscal del Supremo sobre el niño Alejandro Fuentes

Bernardo Fuentes, padre del niño Alejandro Fuentes Bornes, actualmente en Noruega, ha dirigido un escrito al fiscal del Tribunal Supremo en el que, entre otras peticiones, solicita que tome medidas oportunas para que de oficio sea suspendida la ejecución en España de la sentencia del Tribunal Supremo de Noruega por la que se concedió la patria potestad y la custodia del niño a la madre, Haldis Bornes, de nacionalidad noruega. En virtud de esta sentencia se viene embargando al señor Fuentes desde octubre de 1975 parte de su sueldo «para que pague la manutención de su hijo desde el año 1972».El traslado del pequeño Alejandro desde España, donde se encontraba con su padre desde 1971, a Noruega, tuvo lugar en julio de 1975 cuando se estaba ejecutando la sentencia de los tribunales españoles que otorgaban la patria potestad al padre y la custodia del niño, hasta los siete años, a la madre. El niño, que en aquellas fechas tenía seis años, fue entregado a la madre con la condición de que lo devolviera al cumplir los siete años, es decir, en junio de 1976. Dicha condición no se ha cumplido hasta la fecha, permaneciendo el niño en Noruega con su madre. Mientras la ejecución de la sentencia española ha sido paralizada como consecuenúia de la permanencia del niño en Noruega, la sentencia de los tribunales del citado país se ejecuta sin ninguna dificultad en España.

El padre del pequeño Alejandro pide una investigación sobre quienes y por qué razones permitieron el traslado del niño a Noruega en un momento en que se estaba ejecutando la sentencia española, la cual debe llevarse a su término, aplicando la ley a quienes por una u otra razón hayan impedido o impidan su cumplimiento. Finalmente, el señor Fuentes pide «que por todos los medios legales se requiera la devolución a España del niño españoI Alejandro Fuentes, en la actualidad retenido en Noruega, en contra de los compromisos adquiridos ante nuestros tribunales por su madre, súbdita noruega, y por las autoridades de aquel país que incondicionalmente le avalaron».