Secuestro de un taxista y atentado frustrado en Erandio
El taxista Angel Andrés Lorenzo, que presta servicio en la localidad vizcaína de Las Arenas, fue objeto de un secuestro sobre las nueve y media de la noche del miércoles, por parte de tres jóvenes a quienes se imputa, asimismo, la colocación de un artefacto en el monumento al legionario Maderal Oleaga, en Erandio, en el cinturón industrial de Bilbao. Esta bomba fue retirada luego por un guardia civil e hizo explosión en la plaza sobre las once y cuarto de la noche.He aquí los hechos según los ha relatado el propio taxista. Sobre las nueve y veinte de la noche y cuando se encontraba en la parada de taxis existente en la calle mayor de Las Arenas, un joven le pidió que le condujera hasta la estación del ferrocarril, donde iba a recoger a otros dos amigos. En un primer momento, le comunicó que iban a ir a visitar a su abuela que se encontraba enferma.
A unos cuatrocientos metros de la parada, dos jóvenes se encontraban esperando, junto a la estación. Uno de ellos llevaba una bolsa de plástico en las manos. Nada más subir al vehículo, el otro le puso una pistola en la nuca y le ordenó que cogiera la carretera de la ría, en dirección hacia Bilbao.
Me dijeron que no me preocupara que no me iba a pasar nada si cumplía sus órdenes. Unos dos kilómetros más adelante le ordenaron que se encaminase hacia la campa de Erandio, donde tomaron un pequeño camino que les llevó hasta un caserío abandonado, cerca de Arriaga.
Una vez dentro le maniataron y amordazaron, después de pedirle el número de teléfono de un amigo a quien ellos se encargarían de avisar más tarde para que viniera a buscarle. Le dijeron que se iban a llevar el coche y que ya se lo devolverían; que comprendían que se trataba de un medio de trabajo y que, en todo caso, le recompensarían debidamente si le ocurría algo.
El taxista afirma que una hora más tarde pudo escuchar desde el caserío una fuerte explosión. Pasada ya la media noche, vino a recogerle el amigo cuyo teléfono había facilitado a sus secuestradores. Sobre la una menos veinte de la madrugada se presentaba en la comisaría de Guecho para denunciar lo ocurrido.
Señala que los tres jóvenes llevaban gafas oscuras y que no recuerda su fisonomía, porque durante el recorrido que efectuaron en el taxi le ordenaron que mirase hacia delante y que no se fijara en ellos. Sólo sabe que uno de ellos era moreno y delgado y otro, más bien grueso. -Según el taxista, los tres tendrían unos 26 años.
Mientras Angel Andrés Lorenzo -soltero, de 44,años natural de Zamora, domiciliado en Guecho desde hace seis años- se encontraba maniatado en el caserío, un guardia civil observó la presencia de una bolsa, en uno de los brazos del monumento al legionario Maderal Oleaga, en la localidad de Erandio.
Después de descolgar el paquete y alejarlo del monumento fue a dar aviso al cuartel de, la Guardia Civil. Eran cerca de las once de la noche. Un cuarto de hora más tarde, hacía explosión la bomba, antes de que pudieran desconectarla los artificieros. La detonación fue muy poderosa y produjo la rotura de numerosos cristales en los alrededores.
Examinados los restos, se asegura que el artefacto contenía unos cuatro kilos de dinamita conectados a un mecanismo de relojería, cuyo tic-tac pudo ser escuchado por el Guardia Civil que descolgó la bomba de su emplazamiento inicial.
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