En Cuba se cuida con esmero el deporte de masas

«Todo el mundo tiene derecho a practicar la educación física, el deporte y la recreación. El cumplimiento de este derecho está asegurado por la inclusión de la enseñanza práctica de la educación física y del deporte en el plan de estudios del sistema nacional de educación, así como por el auge de la instrucción y por los medios puestos al servicio del pueblo.» Estas palabras pertenecen a la Constitución de Cuba y de ellas se deduce la divisa de la Revolución: «El deporte, derecho del pueblo».

Los dirigentes cubanos insistieron mucho, durante los pasados Juegos Olímpicos de Montreal, en la vinculación estrecha que debe existir, según ellos, entre el deporte escolar y el realizado fuera de la escuela, como un complemento del trabajo intelectual de cada individuo. Aunque se presta atención a los atletas más dotados para que se perfeccionen en las distintas técnicas deportivas, tampoco se debe olvidar al pueblo, en lo que se denomina deporte de masa. Quizá por todo ello es significativo que el presupuesto dedicado a las actividades deportivas haya pasado de los cinco millones de pesos en 1961 a 50, diez veces más, el año pasado.Acuerdos y colaboración

En septiembre de 1975, por ejemplo, se firmó un acuerdo entre el INDER y los CDR, Comités de Defensa de la Revolución, por el que el máximo organismo rector del deporte cubano y la organización de masas -los «cederistas»que ya cuentan 16 años de existencia, estrecharon aún más sus lazos en pro de los planes deportivos populares. Amas entidades tenían ya trazados anteriormente por el Partido Comunista de Cuba los objetivos comunes de sus actividades. Ahora, según el último acuerdo, durante este año 76 el plan masivo de Cultura Física «la familia cederista», así como otro de recreación y seminarios de capacitación para los activistas de los CDR, que a su vez debían de ser movilizados para el mantenimiento y la limpieza de un determinado número de instalaciones deportivas. Por otro lado los dos organismos se comprometían a la realización de los denominados planes de la calle en zonas permanentes y rotativas, así como la designación de los activistas apropiados en esa labor y la movilización de las masas infantiles.

Entre 1976 y 1980 se ha trazado por el INDER un plan quinquenal -coincidente con el primer plan quiquenal de la revolución- que culminará con la integración del pueblo en los logros de la Educación y la Cultura Física, del deporte y la recreación. Así se incluirían los actos masivos gimnástico-deportivos programados según las edades y el sexo de los participantes, las características de las instituciones escolares y sociales, la participación de la mujer, de los trabajadores, los campesinos y hasta los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Todo ello quedaría reunido en una Vicedirección General de Educación, Cultura Física y Recreación.

El INDER celebra todos los años -este ha sido el cuarto- una reunión nacional de análisis y orientación del trabajo. En ellas se comenta lo conseguido y se exponen nuevos planes para el futuro. Uno de ellos, por ejemplo, salido de la tercera reunión de 1974, fue la puesta en marcha de la Brigada Técnica Juvenil -o Ejército Juvenil del Trabajo- de la Educación

Física, Cultura Física, Deporte y Recreación, luego de los acuerdos tomados en la III Conferencia Nacional de las Brigadas Técnicas Juveniles.

Pero el Instituto no ha cesado, además, de crear organismos, seminarios o competiciones para fomentar el desarrollo deportivo del país o controlar y colaborar con otros estrictamente políticos según hemos comentado ya. En cuanto a los primeros puede destacarse el Consejo Científico Técnico, los seminarios . de organización y superación para los profesores de las Escuelas de Eduación Física o el Instituto de Medicina Deportiva construido al costado de la ESEF comandante Fajardo. Aunque los primeros pasos en la Medicina Deportiva de Cuba se dieron en 1966, el Instituto no se creó hasta diciembre de 1973 por la falta de medios. En la actualidad trabajan en él casi 150 personas, con 38 médicos, 14 del Partido Comunista de Cuba y 21 de la Unión de Jóvenes Comunistas. Respecto a la colaboración del INDER con otros organismos son normales las denominadas visitas de control de trabajo y ayuda a los órganos del poder popular en las provincias, así como la organización de los juegos deportivos de los trabajadores, en estrecho contacto con la Central de Trabajadores de Cuba.

El final de todas estas organizaciones y logros, también es corroborado por la existencia de los llamados corresponsales deportivos voluntarios, es decir, colaboradores aficionados al periodismo, que permiten al pueblo tener conocimiento exacto de las distintas competiciones como si de unos animadores más se tratase.

Gimnasia laboral

De cualquier forma quizá el mejor ejemplo del deporte popular sea, sin duda, la denominada gimnasia laboral. Durante siglos los trabajadores de la industria tabaquera -un ejemplo típico cubano- realizaron sus labores sentados durante horas enteras delante de su mesa correspondiente. Como consecuencia todo se hacía cada día más mecánico y monótono. Solamente existía la distracción de un lector que se pasaba largas horas leyéndoles novela!, periódicos o similares. El obrero hoy, sin embargo, ha acogido con entusiasmo la gimnasia laboral. Luego de intensas horas de trabajo en una misma posición tienen su momento de descanso y de ejercicio a la vez, para reanudar la tarea con más ímpetu, como si comenzara nuevamente la jornada. Indudablemente todo ello redunda en beneficio de la producción. La voz que leía novelas señala ahora los movimientos gimnásticos a realizar. Es otro trabajador que ellos mismo eligieron -hombre o mujer, indistintamente- para aprender en un seminario organizado por el INDER las mínimas nociones sobre educación física. Alineados en sus mesas de trabajo los obreros hacen sus flexiones, desentumecen sus músculos y se relajan a las órdenes de la nueva voz. Hombres que con cerca de sesenta años llevan en la industria tabaquera desde los 16, con muchas horas sentados en una silla, resisten perfectamente aún el trabajo sin el más mínimo dolor de espalda. Mujeres igualmente de edad o más jóvenes tienen así la oportunidad de cuidar diariamente, aunque sea un poco solamente, su figura,

Incluso en distintos centros de producción y servicios se han realizado competiciones y preparado tablas gimnásticas, a fin de demostrar aún más su preparación. En ,esta nueva iniciativa no sólo las mujeres trabajadoras y los hombres han puesto su grano de arena, sino también diversos organismos de masas como los CDR y la FMC, Federación de Mujeres de Cuba, que funciona desde 1960,un.año después del fin de la revolución. Se han organizado círculos de gimnasia en los cuales las amas de casa, han comenzado a participar. También se celebran competiciones entre las mujeres de los distintos centros de trabajo. Parece como si las personas ya mayores quisieran demostrar a su edad cualidades de atletas, pero el objetivo es, simplemente conseguir un mejoramiento de la agilidad y de la salud a través de los ejercicios físicos. El reuma o la artrosis, por ejemplo, son males muy contenidos.

Al margen ya del trabajo, donde por la edad generalmente avanzada de los empleados en determinadas fábricas -como las de tabaco- se realizan los ejercicios suaves apropiados, en los mismos juegos deportivos de los trabajadores se tiende a que la edad limite la participación por categorías. Así por ejemplo, si en Cuba existe la denominada primera categoría, asequible al hombre más joven, al estudiante, que tiene más posibilidades físicas, los trabajadores no entran en ella, sino en una segunda que se trata de organizar por edades, al igual que si de unos campeonatos de veteranos se tratase. Los que sí pueden intervenir ya actualmente en los juegos son los atletas de primera categoría que lleven por lo menos cinco años retirados del deporte y además no en el que practicaban cuando estaban aún en activo. Un ex jugador de beisbol, por ejemplo, puede participar en cualquier deporte menos en beisbol. Sí en el caso del atletismo, siempre especial, se permite intervenir a los atletas que lleven nueve años ya retirados de la primera categoría. A nivel popular, pues, como al escolar, el deporte de Cuba es también tratado con esmero. Hechos cantan y no son extrañas, entonces, las frases triunfalistas de Fidel Castro con relación al deporte: «Con el tesón, la disciplina el entusiasmo y la dedicación mantenida en estos años estamos seguros que el deporte seguirá avanzando con éxito en nuestro país. En ésta, como en tantas otras tareas de la revolución, nuestra patria marchará victoriosamente».