La huelga de Correos

En EL PAIS, del domingo, he leído con estupor ciertas manifestaciones de los señores Acha y Mazón, director general de Correos y secretario general de Correos Telecomunicación.Si es cierto que el señor Acha ha manifestado que «la Dirección General de Correos está preparada, como debe estarlo cualquier país democrático, para hacer frente a la huelga ... », debo señalar que las implicaciones de dicha frase están fuera de toda realidad, en la vida actual española, por las siguientes razones:

1.ª España, hoy, no es políticamente democrática.

2.ª Si fuera cierto que el Gobierno de España es de origen demócrata, es muy probable que no el señor Acha, ni el señor Mazón ostentarían sus cargos actuales. En todo caso habrían sido nombrados por un ministro de la Gobernación elegido democráticamente, lo cual no es el caso actual.

3.ª Si el actual sistema español fuese democrático, no habría sido detenido el presidente del autodenominado Comité Ejecutivo Sindical de los carteros madrileños.

4.ª-Si este país fuese democrático, tanto los señores Acha y Mazón, como la representación de los carteros, se hubiesen sentado en una mesa redonda de negociación, para hablar, serena y objetivamente, de los problemas a solucionar, y supongo que, con la anuencia del Ministerio de Hacienda, por las implicaciones económicas.

En cuanto a la manifestación del señor Mazón, de que «sí interesa que quede claro, que no existe, en absoluto, riesgo de que la correspondencia sea violada», porque... los contratados han sido previamente identificados..., y han trabajado bajo dirección técnica», hay que oponerle unas objeciones:

Las condiciones en que, se contrata al personal ajeno, al funcionariado de Correos, en el período navidieño, son diferentes de las actuales. En Navidad, ese, personal es complementario de los funcionarios de Correos, con los cuales trabajan. Los actuales trabajan sin los funcionarios de Correos, porque, éstos, están en huelga. La confianza de la opinión pública, en la honestidad y eficacia de los funcionarios de Correos y Telégrafos, es tradicional y firme. Por muchos que contraten los señores Acha y Mazón, en sustitución de aquéllos, la confianza de la opinión pública no puede trasladarse a estos pseudofuncionarios.

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