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Empresas

Los trabajadores de Segarra piden la intervención del Estado en la empresa

El pasado viernes tuvo lugar una asamblea en la empresa de calzado «Silvestre Segarra Hermanos, S. A.» de, Vall de Uxo (Castellón), con asistencia de los tres mil cuatrocientos obreros de su plantilla y personas del pueblo. Una comisión, que había viajado a Madrid, informó de la situación que ha originado la suspensión de pagos solicitada por la empresa.El escrito que va a ser entregado por la comisión en el Ministerio de Relaciones Sindicales para tramitarlo al Gobierno, consiste en solicitar que éste se incaute de la empresa garantizando el empleo antigüedad y nómina actual, así como por parte laboral se ofrece el compromiso de no promover más reivindicaciones, durante un período de dieciocho meses, que las estrictamente referentes a convenios. Este período es el necesario, según los trabajadores y la empresa, para volver a recuperar el equilibrio de la sociedad.

Durante estos últimos días se produjeron concentraciones masivas con cierre de establecimientos públicos y asambleas en la fábrica, ya que en cierta medida todas las familias del pueblo, que posee más de veinte mil habitantes, viven a expensas de «Segarra».

En junio del presente año esta sociedad solicitó suspensión de pagos, expediente que no prosperó, pues suponía la reducción de mil quinientos obreros de la plantilla. Sin embargo fue aceptada la moratoria para no cotizar en la Seguridad Social, por lo que se estima que esta empresa debe al citado organismo ciento doce millones de pesetas.

Las razones de la crisis se deben a una falta de liquidez y ritmo de producción poco racionalizado. Aunque la crisis de la exportación de calzado a los EE.UU. ha afectado a este mercado, «Segarra» también fabrica curtidos y suelas de goma, que suministra a otras fábricas; por otro lado, ejerce monopolio de abastecimiento de calzado a las Fuerzas Armadas en España, al tiempo que dispone de una cadena de veintiocho establecimientos por toda la Península.

En fuentes laborales se nos informa de que existen más pedidos que posibilidades de oferta, denunciando la deficiente gestión financiera que se ha ejercido los últimos años. Por parte del grupo Bedauz existió el intento de renovar el utillaje y sistema de producción, pero disensiones promovidas en el seno de la familia Segarra, no hicieron posible este proyecto.

Los trabajadores han iniciado las gestiones legales para recuperar los ahorros que habían invertido en una caja creada por la propia empresa; con un interés del seis por ciento. Este fondo se ve afectado por la suspensión de pagos, cuando consistía en dinero de los obreros utilizado por «Segarra». para financiar sus operaciones.

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