José Luis Cerveto,
el ex chófer autor, en 1974, del doble asesinato de Pedralbes -un matrimonio brutalmente acuchillado mientras dormía-, ha , declarado ante la Audiencia de Barcelona: «Maté para ser ejecutado y, para ello, busqué hacerlo con todas las agravantes». Al promulgarse el indulto, Cerveto firmó varias instancias solicitando ser ejecutado: «Me había hecho la ilusión de estar sentado en la silla del garrote», dijo también, añadiendo: « En el orfelinato y el reformatorio me pervirtieron, y ahora a mí me gusta pervertir menores». Los siete médicos que han intervenido como peritos han dictaminado unánimemente que no se puede apreciar ningún trastorno mental en el procesado, quien posee, por otra parte, «una personalidad completa, con un gran afán de notoriedad y rasgos psicopáticos". El fiscal, que pide el internamiento de Cerveto en un centro psiquiátrico, advirtió: «Si decimos que esta persona es normal, los locos vamos a ser nosotros».
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