El Gobierno desconocía la opinión popular sobre la subida de precios

El primer ministro polaco, Piotr Jaroszewicz, admitió en su discurso del pasado jueves ante el Parlamento (Seym), que el Gobierno no estaba informado sobre la posición de la opinión pública en relación con las subidas de precios que quisieron imponerse a finales del mes de junio y que provocaron desórdenes y huelgas en diferentes poblaciones polacas.

El reconocimiento de este error otorga la razón a aquellos huelguistas que en Ursus y Radom, declararon que las consultas populares a las que se refería el Estado no habían existido, opinión corroborada por el grupo de intelectuales polacos que aprovecharon los juicios contra los huelguistas para criticar la falta de representatividad obrera en Polonia.

Al margen de esta declaración, Jaroszewicz presentó a los parlamentarios el proyecto elaborado por el Politburó del Partido Obrero Unificado de Polonia (comunista), que resulta forzosamente un plan ahorrador, teniendo en cuenta que la producción de cereales y carne fue menor de lo previsto en el plan (1971-75) y no hay perspectivas de que la situación mejore en el presente año, lo que implica que el nuevo plan quinquenal 1976-80 empieza handicapado.

Como primeras medidas para encontrar una solución, el comité central del POUP, reunido el pasado día 9, aceptó, conforme a indicaciones del Politburó, la constitución de cinco comisiones de estudio, cada una dirigida por un miembro del Buró político que se encargarían durante este año y el siguiente de establecer una política en relación con los precios alimenticios, producción, agricultura e industria alimenticia, programa económico y política de vivienda. Los resultados serían presentados en la II Conferencia Nacional del partido, que debería celebrarse a mediados de 1978.