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Sigue en estado crítico el joven ametrallado por la policía en Tenerife

Continúa en estado crítico el joven Bartolomé García Lorenzo, de veintiún años de edad, que en la madrugada del pasado miércoles fue ametrallado por la policía, al confundirlo con el Rubio. Ayer tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, de nuevo, por espacio de cuatro horas. El día anterior había sufrido una operación que duró seis horas y una transfusión de 20 litros de sangre. El equipo médico que lo atiende lucha denodadamente por mantener su vida, pese a los graves daños que las cinco balas que le alcanzaron han producido en su organismo.

El gobernador civil ha visitado en dos ocasiones el hospital para interesarse por el estado de Bartolomé y transmitir a los padres su pesar por tan lamentable error.

Todo sucedió en menos de diez minutos. El martes, a media mañana, cuando el joven Bartolomé se encontraba en casa de su prima Antonia Lorenzo, vio con sorpresa —según la versión más fidedigna— cómo una gran cantidad de policías de paisano y números de la Policía Armada con metralletas y otras armas en la mano rodeaban el edificio en el que se encontraba. Al parecer comentó con su prima: «Estarán buscando al Rubio». Minutos después alguien llamó á la puerta del piso y, al abrir, Bartolomé se encontró con un hombre de paisano, no identificado, que le apuntaba con una metralleta. Cerró precipitadamente la puerta creyendo, según dijo luego a su prima, que estaba ante el Rubio en persona. En ese preciso instante recibió, a través de la madera de la puerta ya cerrada, una descarga de balas —el policía disparó 33— cinco de las cuales hicieron blanco: una en un brazo, dos en el tórax, y dos en la parte abdominal.

Posteriormente, según declaraciones de un testigo presencial, el joven García Lorenzo se asomó a una de las ventanas gritando «iQuiero un médico!». Al poco tiempo también se asomó a la ventana su prima Antonia con un niño de pocos meses en los brazos y preguntó a la policía si le iban a hacer algo a su primo. La respuesta de un agente fue que no, si se entregaba sin oponer resistencia y con las manos en alto. Bartolomé así lo hizo y fue trasladado de inmediato al Hospital General.

Por su parte el Gobierno Civil de la provincia, a raíz de estos acontecimientos, ha emitido una nota en la que hace público su profundo sentimiento por los sucesos y comunica que por «la delegación especial de la policía para Canarias ya se han instruido las oportunas diligencias que serán elevadas al Juzgado de Guardia».

En la mixta nota se da cuenta de los hechos ocurridos en los siguientes términos: «Para cumplimentar el mandamiento expedido por la autoridad judicial, funcionarios de la policía se personaron en el grupo de viviendas Divina Pastora con objeto de realizar un registro en e! domicilio de Antonia Lorenzo Martín, en el que sesos pechaba pudiera encontrarse Ángel Cabrera Batista, alias el Rubio»... «Se encontraron ante un hombre —sigue la nota— que, al ver al policía encañonándole, cerró la puerta. El policía, ante esta actitud que interpretaron propia del Rubio hizo unos disparos que alcanzaron a Bartolomé García.

El herido, que es estudiante de Magisterio y reside en la barriada que su prima —el barrio de Somosierra—, tiene ocho hermanos, uno de los cuales es policía de tráfico. Su padre es teniente retirado de la Guardia Civil.

Según fuentes policiales, existía un buen motivo para que los agentes se presentaran en el domicilio de Antonia Lorenzo. Algunos rumores —no confirmados— afirman que estos motivos serían la relación familiar que une a Bartolomé y suprima con Marrero, uno de los detenidos con relación al caso Eufemiano Fuentes, que ya fue puesto en libertad.

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