Los masones italianos se defienden de la acusación de facismo

"Los masones no somos fascistas" ha dicho el domingo pasado el profesor Lino Salvini en una conferencia de prensa, convocada para la prensa nacional y extranjera.En el palacio Giustiniani, a dos pasos en triángulo de la sede de la Democracia Cristiana y de la iglesia madre de los jesuitas, tiene su domicilio el gran oriente de Italia el único reconocido por la Lisi of regular lodges, publicada en USA. Salvini, casi cincuenta años, es titular de Medicina Nuclear en la Universidad de Roma y propietario de una clínica en Florencia. De Salvini, reelegido por un trienio en marzo pasado en el hotel Hilton de Roma como gran maestro, dependen unas 436 logias en toda Italia con unos 20.000 afiliados.

Ni siquiera las gentes, mejor informadas logran saber o decir algo claro de la masonería. Por eso, la conferencia de prensa de Salvini ha sido sensacional. Objetivo de ella ha sido defenderse contra la acusación de que altos grados de la masonería estarían implicados en tentativas de golpe de Estado y en tráfico de armas.

-¿Es verdad que detrás de la campaña está el Partido Comunista?

- Espero que el Partido Comunista -ha dicho Salvini- no haya descendido tan bajo. Ciertamente los autores de anónimos, de falsos y sopladas calumniosas son ex hermanos que la justicia masónica ha juzgado severamente y ha tenido que expulsar y hermanos que no han sabido aceptar la lógica democrática de las minorías y sobre cuya actuación la institución tendrá que intervenir...

-Usted está afiliado al Partido Socialista, pero ¿es verdad que se ha rodeado en las logias de personajes de extrema derecha, como Vito Miceli, Orlandini, Saecucci, Caradonna y el general Fanali?

-Ciertamente no, puedo decir que ningún masón es perseguido por cualquier tipo de golpe de Estado. He desmentido varias veces que tales señores sean de la masonería. Reitero el empeño antifascista del gran oriente y de toda mi acción.

Salvini ha desmentido también, que haya recibido dinero para apoyar la introducción del sistema televisivo Secam, afirmando que siempre ha defendido Florencia libre, una televisión alternativa que transmite en Pal.

La conferencia de prensa se concluyó en un clima inevitable de esoterismo. El nombre de Salvini saltó a los periódicos desde que en enero del año pasado le convocó a declarar el juez romano Filippo Fiore como testigo del golpe de Estado de diciembre de 1970 de Valerio Borghese y desde que recientemente lo ha vuelto a convocar el juez florentino Pier Luigi Vigna, a raíz del homicidio del magistrado romano Vittorio Occorsio. Entre la clase dirigente italiana se cree que al menos 150 diputados son masones y que abundan, sobre todo, entre los generales, almirantes, burócratas de alto nivel y sobre todo, hombres de nelocios.