Cesan los poderes de emergencia de los presidentes norteamericanos
El presidente norteamericano, Gerald Ford, perdió ayer los amplios poderes de que gozaron él y todos sus predecesores desde la segunda guerra mundial, en orden a la declaración unilateral de estado de emergencia.
Ford firmó en la Casa Blanca una Iey, votada anteriormente por el Congreso, que pone fin a todos los poderes que en este sentido fueron disfrutados por los presidentes norteamericanos durante los últimos cuarenta años.
En adelante, el presidente norteamericano podrá tomar acciones de emergencia militar, pero éstas estarán sujetas a la aprobación del Congreso. Las futuras declaraciones de emergencia del presidente estarán sometidas, además, a revisión cada seis meses por el órgano legislativo norteamericano.
Las emergencias nacionales existentes terminarán dentro de dos años automáticamente, según la ley.
Al firmar la ley, Ford se declaró conforme con el espíritu y fines de la misma. Sin embargo, puntualizó que hay una disposición en la ley que cree anticonstitucional: la que permite al Congreso, a través de una resolución conjunta, poner fin a una emergencia nacional declarada por el presidente y contra la voluntad de éste.
Ford opina que la disposición es contraria al principio de la separación de poderes, que rige la Constitución norteamericana.
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