Muchos problemas, pendientes de solución

«Los vecinos de San Fernando de Henares quieren realidades, y no promesas simplemente», dicen miembros de la Asociación de Vecinos, creada hace pocos meses, que se entrevistaron el miércoles con el alcalde, Jesús Ambrós, al que expusieron los principales problemas del pueblo. Este les informó que todos ellos estaban en cartera y que eran objeto de preocupación de la Corporación. La Asociación pidió también ayuda para conseguir un local, aunque al parecer, en este momento, el Ayuntamiento no dispone de locales libres.

Tal vez el problema más importante sea el sanitario. San Fernando cuenta sólo con un consultorio y un servicio de urgencia. El primero no dispone de ningún tipo de especialidades, y el segundo está servido por un médico que no puede atender a todas las posibles llamadas que le hagan en una noche. No es extraño que una persona tenga que esperar una, dos o tres horas hasta que el médico acude.San Fernando contabiliza actualmente unas 7.500 cartillas de la Seguridad Social. Son precisas 35.000 para tener derecho legal a un ambulatorio, surtido de especialidades, pero lo que piden los vecinos, urgentemente, es que algunos servicios, como análisis de sangre, se puedan hacer en el pueblo y no tener que desplazarse a Madrid por cualquier circunstancia.

Otro tema es el transporte. La empresa concesionaria. Díaz Ferrand, hace los trayectos a Quintana y a Manuel Becerra, por 17 y 21 pesetas, sin billetes de ida y vuelta o abonos a precios reducidos. En las horas puntas los viajes, entre 30 y 45 minutos, son incluso antihigiénicos. Un vecino ha contado personalmente hasta 60 personas de pie por 20 sentadas.

Por lo general, el pueblo está asfaltado, aunque en algunos casos como el del barrio de la Otan, lo han pagado los vecinos, a pesar de que en su día se denunció a la constructora por no hacerlo. Pero, la Cenicienta de San Fernando es indudablemente el barrio de la Fuentecilla, completamente aislado del resto del pueblo, a unos cuatro kilómetros. El barrio no tiene ninguna calle asfaltada, ni agua corriente, ni alcantarillado, ni servicio de autobuses directo con el casco urbano. Lo único que tienen es barro en cuanto llueve un poco.

Faltan parques públicos en las nuevas barriadas, y no existe ningún servicio de bomberos. Hace meses se quemó una vivienda mientras el coche de bomberos, que acudió desde Torrejón estuvo detenido en el paso de ferrocarril, en esos momentos con la barrera bajada y cuando pudo pasar ya no había nada que hacer.

Tampoco el servicio de basuras, servido por una empresa con contrata del Ayuntamiento, cumple a la perfección. Es normal que las basuras estén sin recoger hasta las dos o las tres de la tarde, lo que favorece la proliferación de ratas y de infecciones.

Lo que está en peor situación son las guarderías y los campos deportivos. De las primeras no hay ninguna, y de los segundos sólo hay algunos patios de los colegios, donde pueden practicar los alumnos y a veces los jóvenes pertenecientes a la OJE. Pero no hay ningún polideportivo ni instalaciones municipales.

La aguda contaminación del Jarama no perjudica sólo a San Fernando. La única solución es el control de las fábricas situadas a lo largo del curso de los ríos, y tendrían que participar todos los Ayuntamientos implicados.

Los vecinos insisten en que ellos no entran en los problemas del concejal Luis Delgado y el resto de la Corporación.