Gran tensión entre las autoridades de Vigo y representantes de la Renfe

José Piñeiro, guardagujas de la bifurcación ferroviaria Vigo-Guixar sufre un fuerte shock desde el jueves a las 18,33 minutos, cuando fue testigo, a dos kilómetros de distancia, del accidente que ha costado la vida a 15 personas. Según nota oficial de RENFE, la catástrofe se debió a un descuido de este hombre.

El presidente de la Red Nacional de los Ferroviarios españoles, que se encuentra en Vigo desde ayer con altos cargos de la compañía, ha prometido a las autoridades gallegas que RENFE acelerará al máximo el plan de mejoras en la red regional, programa del que se había hablado insistentemente a partir de otro siniestro ocurrido en noviembre de 1975. En la reunión mantenida por Plácido Alvarez con las autoridades, EL PAIS ha podido saber que hubo gran tensión como consecuencia de las duras palabras pronunciadas por el alcalde de Vigo en relación con las actuaciones de la compañía en Galicia. Una nota oficial de RENFE, explica el suceso. El accidente ocurrió como consecuencia de que el guardaagujas comunicó que había dejado expedita la línea Santiago-Fibo, por la que circulaba el tren de viajeros, después de haber dado paso a un convoy de mercancías. No obstante está comunicación, que se producía a las 18 horas y 10 minutos, 23 minutos después el mismo empleado advertía atónito que había sufrido un error que provocaría el violento choque del que informábamos ayer. Se supone que el empleado ha sido procesado, aunque en el juzgado de instrucción de Vigo no han facilitado información sobre el hecho, pero sí se sabe que no está detenido por la delicada situación en que se encuentra. El impacto emocional que recibió José Piñeiro le hizo telefonear inmediatamente, después del suceso a la estación del Vigo, pidiendo que recogieran ya que él no era capaz de moverse del lugar. En Vigo, que dista menos de 10 kilómetros del lugar del suceso, la indignación acompañaba al dolor. El presidente del consejo provincial de empresarios ha pedido que se investiguen las causas del accidente y que se adopten las medidas oportunas para garantizar la seguridad y el buen servicio de la circulación ferroviaria en toda Galicia. En semejantes términos se expresa el comité ejecutivo del consejo sindical provincial y se espera que lo haga hoy igualmente la corporación municipal viguesa, que celebrará una sesión plenaria hoy por la mañana para asistir después al funeral oficial, al término del cual se efectuará el entierro de tres de las víctimas. Ocho cadáveres salieron ayer de la Residencia Sanitaria de la Seguridad Social, de los cuales dos recibieron sepultura en Vigo, en sendos actos a los que asistieron miles de personas. Otros cuatro cadáveres serán enterrados mañana o trasladados a otras localidades. Su Majestad el Rey hizo llegar al Gobierno Civil de Pontevedra un telegrama que dice lo siguiente: «Deseamos hacer llegar a familiares de las víctimas del accidente ferroviario ocurrido ayer en esa provincia nuestro más sentido pésame, así como pronto restablecimiento a los heridos. Con todo afecto Juan Carlos, Rey». Telefónicamente se interesó también la Casa Civil por el estado de las personas que continúan en los centros sanitarios. Ayer por la tarde, el arzobispo de Santiago y las primeras autoridades de Pontevedra y Vigo visitaron a los heridos en la Residencia Sanitaria, donde los servicios de quirófano han trabajado durante toda la noche y buena parte de la mañana de ayer. El balance final del siniestro es de 15 muertos, todos identificados, y 32 heridos de los que 4 continúan graves. Se han conocido ahora detalles patéticos del suceso, como el de una madre que resultó con heridas leves pero perdió a sus dos hijos de 9 años y 7 meses. El mayor quedó decapitado y su cabeza apareció en el regazo de la madre. Un marinero de la Escuela de Transmisiones de la Armada solamente pudo identificar a su novia por la inscripción que llevaba en un anillo. A las 9,25 de la mañana de ayer quedaba restablecido el servicio ferroviario. En el último año, de los cuatro accidentes más importantes en los ferrocarriles españoles, tres han ocurrido en Galicia, con un balance total de 25 muertos.