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Unanimidad contra el racismo y por un nuevo orden económico internacional

La mayor parte de los jefes de Estado que intervinieron ayer en la segunda jornada de la quinta cumbre de los no alineados criticaron el apartheid y los regímenes de minoría blancos del Africa Austral y enfatizaron la necesidad de llegar a un nuevo orden económico internacional.

El presidente yugoslavo Josip Broz Tito, cofundador del movimiento no alineado, se refirió a la necesidad de convertir el Mediterráneo en zona de paz, y dijo que su país hace gestiones con todos los interesados encaminadas a este fin. Fue el único orador que hasta ahora se ha referido a la agencia de noticias del Tercer Mundo propuesta hace un mes en las reuniones del comité preparatorio de la quinta cumbre.

Kurt Waldheim, secretario general de la ONU, habló, como todos, de los temas raciales, y luego criticó los gastos armamentísticos del Tercer Mundo -300.000 millones de dólares.

La intervención del presidente Anuar Sadat, de Egipto, quien solicitó la retirada de «todas las tropas extranjeras del Líbano», puede suscitar acaloradas discusiones con sus colegas de Libia y Siría.

Fue remarcado el discurso del lunes del presidente argelino Huari Bumedien, quien a pesar de que la conferencia parecía haberse propuesto -tácitamente-evitar los temas escabrosos, se refirió al problema del Sahara Occidental como un caso actual que necesita ser descolonizado.

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