Chirac insiste sobre la decadencia de los comunismos occidentales

«El progreso de los partidos comunistas occidentales es una ilusión óptica», afirmó el primer ministro francés, Chirac, en Tokio, ante su colega Miki, en el curso de las primeras conversaciones de su viaje oficial en Japón. Por el contrario, añadió Chirac, «son las fuerzas liberales y no las social-comunistas, las que ganan terreno». Como ejemplo, propuso el examen de la situación en Italia, en España, en Francia y en Portugal.Por lo que concierne al cambio de los comunistas, Chirac, como el presidente francés, Giscard d'Estaing, se manifestó totalmente excéptico: «es una evolución puramente táctica». A su juicio, por otro lado, «la mejor barrera contra el comunismo es la construcción europea».

Las informaciones de Chirac, destinadas a las autoridades japonesas, que se interesan por el cambio y la representación de los comunistas occidentales, reavivan en este país la polémica sobre ambas cuestiones. El «declive de los comunistas», en pocas semanas, ha sido un slogan repetido por el presidente y por su primer ministro, en los Estados Unidos, en Francia y en Japón.

El comentarista del diario progubernamental, France-Soir, ayer, al analizar las afirmaciones de Chirac y de Giscard se preguntaba: «lo que queda por saber es si el primer ministro no corre el riesgo de ser desmentido por los acontecimientos y... por las elecciones, cuando expresa con tanta seguridad que el comunismo decae».

Una revista de derechas, Paradojas, acaba de publicar una encuesta, realizada por uno de los dos grandes institutos de la opinión pública, que se comenta ampliamente en los medios políticos. El tema es, una vez más, la eventual participación de los comunistas en el poder, si ganara la izquierda en las próximas elecciones. El 56 por 100 de los franceses, según la referida fuente, se declararon satisfechos o indiferentes ante la eventualidad de una entrada de los comunistas en el poder. Y al abordar el cambio del PCF, el 41 por 100 confiesa que, en efecto, «los comunistas han cambiado». Paradójicamente, el mismo sondeo dice que el 76 por 100 siguen pensando «como antes» del PCF.

Los especialistas en sondeos opinan que, en definitiva, la imagen del PC francés «vive al amparo del progreso del Partido Socialista», que, sabido es, es su aliado. De hecho, esto es lo que piensan Chirac y Giscard: que la trayectoria inteligente y constante de Mitterrand, el primer secretario del PS francés, es la que más favorece a los comunistas. Pero sólo las próximas elecciones, cantonales (para la primavera) y legislativas (un año después, de no ser adelantadas), podrán revelar con certeza de quién es la razón sobre la importancia y el cambio real de los comunistas galos.