Algunos bancos han cerrado las ventanillas de crédito y descuento

«No tenemos un duro», dicen muchos banqueros a sus clientes cuando estos tratan de descontar papel o pedir un crédito. Desde hace dos semanas la gran banca, o ha cerrado la ventanilla de prestar, o la ha entrecerrado, o presta con cuentagotas. Ante esta situación los banqueros vuelven la mirada al Banco de España en demanda de auxilio, no ya para ellos sino para esas empresas que necesitan dinero, caliente o frío, para no verse abocadas a la crisis.

El Banco de España analiza las cifras y dice que poco puede hacer, que si la banca superó todos los márgenes en los meses anteriores en cuanto a disponibilidades de tesorería es lógico que ahora se encuentre contra la pared. Por otro lado, el banco central y emisor también dice tener problemas, especialmente en sus cuentas con el Tesoro, que presentan cada vez saldos negativos más elevados. El ex ministro Villar dijo que el déficit presupuestario se elevaría al finalizar el año a unos 80.000 millones de pesetas a cubrir por el Banco de España. Pero todo parece indicar, según hemos podido saber en medios oficiales autorizados, que esta cifra es la actual y que a fin de año pueden haberse superado con creces los 150.000 millones de pesetas. Las demandas del crédito oficial son cuantiosas y el déficit exterior supone otra limitación a la hora de disponer de recursos.Para el presente ejercicio la autoridad monetaria señaló como objetivo un crecimiento del 16,5 por 100 en las disponibilidades líquidas. Con el paso de los meses pareció que incluso un 18 era tolerable, en línea con una política de contención de la inflación, cuestión clave según la mayoría de los expertos.

Sin embargo, después de pasados los primeros tres meses del año comienza a notarse un aumento de la demanda de crédito, detectado por la encuesta que sobre el tema realiza el Banco de Bilbao. Al filo de esta demanda y de unas expectativas reactivadoras, se produce en los meses de abril y mayo un crecimiento espectacular del crédito, superior al 30 por 100 para el conjunto de las instituciones financieras. Este aumento del crédito tiende a agotarse, durante el mes de junio ante la neutralidad del Banco de España que vió desbordarse todas las previsiones de crecimiento.

Lo que se pone en cuestión ahora es toda la política monetaria, poco grata para algunos grandes bancos, que no se sienten felices en el corsé que les impone el Banco de España.

Para aliviar los problemas de liquidez la autoridad monetaria decidió recientemente una rebaja del 0,25 por 100 en el coeficiente de caja, que permite liberar unos miles de millones de recursos y otra serie de medidas como la consolidación de créditos a 7 días a un mes, líneas de redescuento etc, que dieran aire a las cajas de la banca. Paralelamente animó el mercado de créditos directos del Banco de España a la banca privada, aunque en línea moderada en base también a los recursos del Banco de España.

En medios técnicos se nos ha señalado que si bien la banca no ha cumplido los objetivos previstos y ha programado su política al revés, llegando a esta situación de pugna entre sus intereses y los objetivos oficiales, por otro lado tampoco puede permitirse una situación de falta de liquidez, equivalente a una estabilización, que puede provocar graves problemas sobre todo a la pequeña y mediana empresa.

Las grandes empresas, vinculadas al capital financiero y con fuerza en las esferas oficiales, pueden disponer de financiación, en Bolsa, en el mercado de obligaciones, en los mercados exteriores, en el crédito oficial y en última instancia en la gran banca que siempre se preocupará por sus empresas. Sin embargo, la pequeña y mediana que opera como se ha dicho en algunas ocasiones a 90 y 180 días, se ve contra la pared sin fuente de financiación, incluso cara, y en dependencia absoluta de la coyuntura.

La pugna gran banca privada, política monetaria del Banco de España está en un momento clave. El Gobierno, el Ministerio de Hacienda, tendrá que revisar sus objetivos y establecer unos nuevos, tendrá que definir a dónde quiere llegar con la política monetaria, cuánto quiere crecer y hasta dónde quiere llegar.

Mientras tanto la banca reclama liquidez, los tipos día a día para cubrir coeficientes suben al 22 por 100 y bajan al 9 de un día a otro, el Banco de España alerta sobre los problemas inflacionarios de un aumento artificioso de las disponibilidades líquidas, los empresarios insisten a sus banqueros en las demandas de crédito y el Gobierno echa cuentas sobre como van sus presupuestos para reajustar los objetivos de su política.