La mejor música de la contrarreforma, cantada por el anglicano "London Oratory"
España ha dado siempre buenas voces para cantar, recias, bien timbradas. ¿Educadas? Masas corales del País Vasco, de Navarra, de Cataluña, gozan de justa y merecida fama.Nadie pone en duda que donde la música española ha alcanzado sus más altas cotas es en el campo de la polifonía, en el tratamiento de las voces. El siglo XVI, siglo supremo de la creación artística en España, nos ha dado nombres universales. Cristóbal de Morales, Francisco Guerrero, Tomás Luis de Victoria, son hitos luminosos que ponen a España a la cabeza de la música polifónica de aquel tiempo, compositores que podían dar lecciones a Europa. Pero la lección nos viene de Inglaterra.
Los ingleses cantan mejor que nosotros los clásicos del Renacimiento español. Mejor dicho, los ingleses cantan a nuestros clásicos, nosotros, no.
Música coral
¿Qué música coral se escucha hoy en las iglesias de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao? Más vale callar. La música eclesial del pasado español es maravillosa pero la Iglesia española ha prestado oídos sordos a esas misas de Victoria, motetes de Morales, canciones sacras de Guerrero. La tradición musical sagrada en España es enorme. Va desde la Edad Media hasta nuestros días. La Lira Sacro Hispana, como diría Eslava, está ahí, esperando «la mano de nieve». ¿Ha tenido la Iglesia española mano de nieve? La Iglesia española -salvo rarísimas excepciones- no ha querido saber nada de tanta página excelsa. La música que hoy se escucha en la mayoría de los templos del país, pone los pelos de punta a las sensibilidades menos refinadas. Hay que ser muy devoto para concentrarse ante ciertas canciones pop puestas a lo divino.Es el caso que el London Oratory Choir ha entonado bajo las seculares bóvedas de San Vicente de Avila, las páginas emocionantes, sublimes, de Thomae Ludovici de Victoria Abulensis. Ha tenido que celebrarse una semana oficial, la VII Semana de Polifonía y Organo, para que los abulenses puedan oír su propia música. Los ingleses cantaron con maestría digna de todo encomio. ¡Qué envidiable tradición la de estas capillas polifónicas de Gran Bretaña, y qué ironía del destino ver a un coro anglicano cantar así la mejor música católica de la Contrarreforma!
Dieciocho voces, las que deben ser para percibir el sabio entrama do polifónico de Victoria a la perfección, pese a la reverberación de la alta nave principal de San Vicente.
La tradición. Esto es lo que hemos perdido por abandono, por ignorancia. En Hungría, por ejemplo, con menos historia musical que España, hay actualmente multitud de masas corales, gracias al método Kodaly implantado por el Estado.
Cantar a nuestros clásicos es difícil, comprometido, requiere es fuerzo. ¿Qué catedral española, no digo iglesia, puede abordar, con una afinación que imitaba perfectamente al órgano, en ciertos momentos, la Música de Victoria?.
Porque estas músicas son, ante todo, para el culto, y deben ser oídas durante los oficios religiosos.
John Hoban, ilustre hispanófilo musical, director del London Oratory, pedía ingenuamente a un canónigo de la basílica de San Vicente que le indicase qué iglesia de Avila ofrecía el mejor Tomás Luis de Victoria.
Yo le hubiera contestado que para eso tal vez le conviniera regresar a su país y entrar simplemente en la capilla de un colegio de Oxford o de Cambridge.
Semana de Avila
El London Oratory Choir interpretó también la obra encargada a José Ramón Encinar, como estreno de la Semana de Avila.José Ramón Encinar (Madrid, 1954) se ha incorporado con todos los honores a lo más destacado de la vanguardia musical española. Su juventud no es obstáculo para una profunda formación técnica, estética y humanística, que le permite abordar con seriedad la creación musical. Buena prueba de su valía como compositor es el hecho de que el prestigioso profesor italiano Franco Donatoni le haya llamado para que sea su adjunto durante el curso que tiene lugar este verano en la Academia Chigiana, de Siena.
Algunos compositores de la posguerra, españoles, han escrito muy bien para coro. Recordemos, por ejemplo, a Cristóbal Halffter Josep Soler, Agustín González Acilu, Antón Larrauri. ¿Dónde oír sus obras"
Desde Transfiguración, de Tomás Marco, no había escuchado nada tan original para coro como esta obra de Encinar, Por gracia y galanía, sobre textos de Francisco de Aldana, Baltasar del Alcázar y San Juan de la Cruz, bien representativos de la temática imperante en la poesía española del siglo de oro. Encinar ha sabido también servirse del espíritu de la polifonía española del siglo XVI y, a la vez crear dentro de una estética absolutamente actual. Encinar se muestra dramático en la primera parte, irónico en la segunda, conmovedor en el sereno final sobre textos de la Llama de amor viva.
Obra muy bien escrita y estructurada, que cantaron espléndidamente los ingleses, salvo la pérdida de contrastes causada por su imperfecta pronunciación castellana.
He dicho que el trabajo de Encinar se titula Por gracia y galanía. Las tiene.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.