_
_
_
_

El avión español retenido en Somalia llegó a Zaragoza

En la madrugada de ayer llegó al aeropuerto de esta ciudad el avión de la compañía Actividades Aéreas Aragonesas que fue retenido durante tres días en la capital de Somalia acusado de violar el espacio aéreo de aquel país. Los cinco pasajeros que viajaban a bordo habían desembarcado en Bruselas, por lo que sólo llegaron los tres tripulantes encargados del avión: el piloto, Luis Alberto Pérez Arias; el copiloto, Luis Cabré León, y el mecánico, Tomás Gallego Miranda.

Al poco tiempo de llegar el avión mantuvimos una entrevista con el piloto y copiloto del avión. De acuerdo con las declaraciones del capitán, hemos reconstruido del siguiente modo la sucesión de los hechos:Detención del aparato

El aparato recibió orden de tomar tierra en el aeropuerto de Mogadiscio cuando sobrevolaba territorio somalí procedente de las islas Seychelles con destino a Yibouti, donde planeaba realizar una escala técnica con destino a Teherán. Tan pronto como el avión tomó tierra, los pasajeros -tres belgas y dos británicos- y la tripulación -tres españoles- fueron trasladados a un hotel de la capital en vehículos separados. Los tripulantes fueron mantenidos aislados en habitaciones individuales fuertemente custodiadas. La tripulación permaneció aislada durante casi todo el primer día, al término del cual se le comunicó que serían sometidos a juicio por violación del espacio aéreo somalí.

El juicio tuvo lugar al día siguiente. El abogado defensor, de nacionalidad somalí, había sido contratado por el embajador belga en Mogadiscio. El juicio tuvo lugar en lengua somalí, con un pésimo traductor inglés. No se permitió hablar al acusado señor Pérez Arias, y tampoco se le Permitió alegar la documentación internacional de vuelo que había dejado a bordo del aparato en el momento de ser detenido junto con el resto de la tripulación.

En el juicio, que duró seis horas, actuaron como testigos el controlador de vuelo del aeropuerto de Mogadiscio y el director somalí de aviación civil. El fiscal solicitó una pena de quince meses de prisión, pero la sentencia definitiva fue de cuatro años o pago de una multa de seis mil dólares.

Para evitar ser trasladados a prisión pagaron un adelanto de quinientos dólares, que les permitió. permanecer un día más en el hotel. Para entonces los industriales belgas que viajaban a bordo del avión habían realizado las gestiones necesarias para el pago del dinero, que debió hacerse por conductos privados, pues las autoridades somalíes se negaron a que el pago lo realizara la embajada belga.

Detención injustificada

De acuerdo con las declaraciones que hemos recibido del capitán del avión, la detención del aparato está totalmente fuera de las normas de aviación civil internacional. El Jeppesen Airway Manual no registra a Somalia como país que exija el permiso previo de sobrevuelo. Además, cabe hacer notar que cuando el avión se detuvo unos días antes en la misma capital ya se hizo saber que planeaban volver por la misma ruta.

Todo esto hace suponer a la tripulación que la detención del aparato no tenía otro fin que la de obtener un rescate al igual que sucedió hace dos años, cuando un DC-9 fue obligado a pagar mil quinientas libras esterlinas para poder abandonar el país.

Leo Tindemans -primer ministro belga- no viajaba en el avión, contrariamente a lo que han señalado ciertos informadores; se nos ha desmentido expresamente que el primer ministro belga viajara en el avión detenido. Parece ser, sin embargo, que el señor Tindemans realizó algún viaje a bordo de este mismo aparato y por esa región en fecha no muy lejana. Los tripulantes se negaron a dar más detalles, limitándose a señalar que el señor Tindemans no aterrizó en Somalia.

Sobre los viajeros del avión se nos ha dicho que eran hombres de negocios del sector del petróleo que realizaron una gira por Oriente Medio y las islas Seychelles. La tripulación se encuentra perfectamente y planea reincorporarse a su trabajo inmediatamente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_