Felipe González,

sevillano, 33 años, primer secretario general del PSOE compareció, hace ya meses, en el Registro de la propiedad e inscribió a su nombre, como dirigente del partido, tanto las siglas como ciertos símbolos y emblemas de éste. Lo cuenta el semanario Posible. Tal era el arma secreta que se reservaban los llamados socialistas renovados frente a la previsible urgencia de los históricos por inscribir su versión del viejo PSOE en el registro de Asociaciones. Como ocurrió efectivamente, apenas abrió el mostrador la señorita Maribel, la funcionaria de Gobernación que recibió las primeras -y de momento, últimas- inscripciones. Sin la astuta precaución del señor González , el PSOE renovado podría haberse encontrado compuesto y sin siglas. Ahora, los otros habrían inscrito algo que, legalmente, no les pertenecería.