Finaliza la huelga de carteros en Barcelona

Durante el día de ayer se concretó definitivamente la vuelta al trabajo de los funcionarios barceloneses del cuerpo de Correos, en huelga desde el pasado día 5. Factor decisivo fue la intervención de la policía en el día anterior, la cual volvió a repetirse, a menor escala, en la mañana de ayer, en que fueron vistos en el interior de algunas estafetas miembros de la brigada politico-social.

Sin embargo, fuentes laborales precisaron que en algunas secciones se trabajó a ritmo lento. Esta información viene avalada por la existencia de detenidos. De ellos, el único confirmado fue José Manuel Pino, de la estafeta de la estación de Francia, detenido en la mañana de ayer. Se sabe, según las citadas fuentes, que también ayer mañana continuaba detenido otro funcionario, David Ruiz. Hecho singular -ya reseñado ayer- es la aparición de profundas divergencias entre los carteros en huelga de Barcelona y algunos dirigentes del movimiento a nivel de toda España. Así, EL PAIS pudo oír -en boca de varios grupos de carteros- palabras muy duras contra Jerónimo Lorente, y valoraciones negativas del presunto papel desempeñado por organismos de vocación sindical no reconocidos oficialmente. Confirma estas divergencias la presencia, ayer, en Barcelona, del propio Jerónimo Lorente, funcionario destinado en Madrid y miembro de la comisión negociadora denominada de los 16. EL PAIS ha podido comprobar mediante testimonios directos que el movimiento de huelga de carteros de Barcelona fue espontáneo.Y que en él estuvieron muy pocos presentes -si es que llegaron a estarlo en algún grado- las organizaciones de vocación sindical no reconocidas oficialmente. En este sentido, el conflicto barcelonés tuvo un cierto carácter de huelga salvaje, que admite muy poca comparación con los problemas laborales catalanes de carácter importante, en los cuales suele existir una dirección sindical y legal, Quizá la única comparación posible sería con los diversos conflictos protagonizados, en los últimos años, por los trabajadores del puerto. Los carteros desconfiaron en todo momento de posibles «manipulaciones» -por decirlo en una palabra repetidamente salida de su boca-, pero en cambio no mostraron el mismo grado de práctica sindical que caracterizan a otros trabajadores, posiblemente más hábiles a la hora de combinar las diferentes formas de lucha. Lo cierto es que el nombre de Jerónimo Lorente y de otros miembros de la comisión de los 16 ha sido atacado, atribuyéndose además, a determinadas organizaciones ilegales el tener más interés por el tema sindical general -en viva discusión en unos momentos de replanteamiento- que por la problemática específica del conflicto.

El líder puntualiza

Por todo ello, a últimas horas de ayer, Jerónimo Lorente entregó a EL PAIS un escrito que lleva por título «Carta abierta de Jerónimo Lorente, de la Comisión Nacional de Correos y Telégrafos a todos los compañeros de Barcelona». En él se afirman los siguientes puntos: - Por distintos medios he comprobado que desconocéis la posición que hemos mantenido los miembros de Madrid de la Comisión Nacional y muy en concreto mi propia actuación. - Es absolutamente falso que yo me haya entrevistado con Martín Villa con motivo de esta huelga. Sí fui en cambio recibido, junto con otro compañero de Madrid de la Comisión Nacional, por el Director General, el viernes, alrededor de las 11 de la mañana. El único motivo de la entrevista con el director era la de proponerle una vez más que aceptara negociar con la Comisión Nacional, a lo que se negó. - Antes y después de la contestación del director discutimos todos los pros y contras de continuar la huelga, estimando que en la mayoría de los sitios la opinión mayoritaria era volver de nuevo al trabajo, con exclusión de Barcelona y parte de Madrid. - Pudimos equivocarnos o no, pero nos pareció más justo volver al trabajo todos en bloque y sin represalias, que volver de forma desordenada, que parecía lo más probable de no seguir la opinión de los trabajadores. - Me considero absolutamente responsable de la parte que me toca como firmante del comunicado. Creo, y es mi opinión personal, que hemos dado un paso importante y que hemos sabido elegir el momento del repliegue. En cualquier caso, si hubiese creído que la huelga hubiera podido prolongarse, la hubiera apoyado con todas mis fuerzas, como ha sido mi posición inconfundible desde siempre. - Al parecer, se me critica por haber presionado a otros compañeros de la Comisión Nacional en la reunión del viernes. Pues bien, si por presionar se entiende lo que estimaba justo para mis compañeros en ese momento, debo decir que presioné y presionaré toda mi vida.»