Entrevista Suárez-Chirac
La visita del señor Suárez, presidente del Gobierno español a París, este martes, es probable. Pero no puedo dar más información sobre el asunto hasta mañana por la mañana. Esta declaración se la hizo a EL PAÍS, ayer por la tarde, el portavoz de Matignon, residencia del jefe del Gobierno francés, señor Chirac. Pero a la misma hora, otras fuentes bien informadas también, aseguraron a EL PAÍS que la entrevista: Suárez-Chirac, es cosa concluida. Parece ser que el encuentro entre los dos jefes de Gobierno, por el lado español, ha pretendido llevarse a cabo en secreto. Para ello, la visita del señor Suárez quiso cubrirse con la del ministro de Industria, señor Pérez de Bricio, a quien invitó normalmente su colega galo, el señor Ornano. Por esto, explican buenas fuentes, el ministro de Industria vendrá también a París y es el señor Ornano, quien recibirá al presidente y a su homólogo en el aeropuerto.
A última hora de la noche en fuentes francesas se confirmaba que hoy estará también en París el ministro español de Asuntos Exteriores, señor Oreja, procedente de Viena. También aseguran, las mismas fuentes, que este viaje se realiza a petición del presidente español del Gobierno, Adolfo Suárez.De todas maneras, los responsables franceses se cree hicieron saber al Gobierno español que el incógnito de la entrevista no es fácil para nosotros. El presidente, que llegará a la capital gala en un avión especial, mystere, esta mañana, irá directamente a Matignon, donde tiene concertada la entrevista con Chirac, a las 11 horas. Tanto del señor Suárez como el ministro y otros posibles acompañantes, se cree regresarán a Madrid sólo terminar la conversación que será, posiblemente, un mano a mano rápido, se piensa en París.
Sobre el objeto de este misterioso encuentro, los medios oficiales, anoche, mantenían un sigilo total. A EL PAÍS se le aseguró, no obstante, que esta mañana, al final de la entrevista, habría un comunicado a propósito de los motivos de la entrevista. Uno es bastante general: a la vista del escepticismo y de la ambigüedad que ha suscitado, en España, como en el extranjero, el segundo Gobierno de la Monarquía, los franceses quisieran saber más sobre el color político del Gabinete Suárez y sobre sus intenciones.
El Gobierno francés y, en particular, el presidente Giscard d'Estaing, no ocultan su interés creciente ante la evolución política española. Una democratización auténtica se piensa que plantearía de manera mucho más real y acuciante la problemática del binomio, derechas-izquierdas, así como la cuestión regional. Y, todo ello, tendría repercusiones ciertas en Francia. De aquí que, la conversación entre los dos jefes de Gobierno, se imagine, sustancialmente, como un diálogo sobre la posible democracia en España.
Un especialista francés en asuntos españoles comentaba anoche, a propósito de este viaje: «tanto deseo de secreto por el lado español y tanto deseo de saber, por parte de los dirigentes franceses, hacen sospechar en una injerencia indecente de París en los asuntos de Madrid y en una sumisión inconcebible por parte de las autoridades de esta última capital».
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