Remite la huelga de carteros en Barcelona
A últimas horas de la tarde de ayer se produjeron, según fuentes laborales, algunas reincorporaciones al trabajo en el seno de los tres mil trabajadores de los servicios de Correos de Barcelona, en huelga desde el pasado día 5.Por la mañana la anormalidad había sido total y EL PAÍS pudo comprobar cómo continuaban paralizados los servicios de reparto y de recogida de correspondencia. El cambio de actitud entre la mañana y la tarde sería debido, según las mismas fuentes, a la presencia de numerosos números de la policía armada, algunos armados de metralletas, en el interior mismo de la Administración Central de Correos.
Por la mañana tuvo efecto una asamblea masiva a la que asistieron varios centenares de carteros, ante la cual tomó la palabra el director general de Correos, Juan Echevarría, quien fue abucheado y comentó que era «la primera vez» que le sucedía tal cosa.
Fuentes laborales señalaron que el señor Echevarría no presentó a la asamblea ninguna propuesta que pudiese ser calificada de nueva. Así, las posturas continuaron siendo muy divergentes, perfilándose, por parte laboral, que el punto en el cual los carteros no estaban en absoluto dispuestos a transigir era el de acceder a los beneficios de la Seguridad Social, para lo cual se debería incrementar sustancialmente su sueldo base. Al respecto, su petición inicial fue de un incremento del mismo de seis mil pesetas, modificado por una posterior contrapropuesta de cinco mil pesetas.
EL PAÍS observó un enorme y sistemático recelo por parte de los carteros barceloneses hacia algunos miembros de la «Comisión de los 16», que había dado por finalizada, en Madrid, la huelga.
La mencionada asamblea fue desalojada por la fuerza pública, que penetró hasta el mismo salón de actos. Seis delegados de la asamblea permanecieron conversando en una sala contigua con Juan Echevarría. En su transcurso, el director general de Comunicaciones pidió a los carteros presentes, según éstos informaron, que no dijeran nada a la prensa ya que, siempre según estas fuentes, ésta tenía una determinada actitud, de carácter deliberado.
En la asamblea se había informado de la actitud adoptada por determinados representantes en las reuniones celebradas en Madrid. Así, se acordó revocar el mandato anteriormente concedido a Alfonso Castellano y se ratificó un escrito en el que se afirma, entre otras cosas, «que los representantes de Madrid presionaron para aceptar las propuestas de la dirección, manifestando que el mantenimiento de la huelga era insostenible en Madrid y prácticamente en el resto de España, a pesar de que en ese mismo día había veintiocho provincias en paro y, además, el cuerpo de Telégrafos. «Resaltó la postura de los representantes de Madrid en el sentido de tomar decisiones sin contar con las opiniones de los demás trabajadores, mientras que Barcelona condicionaba la misma a la ratificación de sus compañeros».
La actitud dominante durante la semana fue, sin duda, la de proseguir la huelga total. Por la tarde, como afirmamos, se produjeron sin embargo algunas reincorporaciones. Hecho que las fuentes laborales informantes relacionan con la presencia de la policía.
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